Detrás de la euforia con que se ha presentado la expropiación del 51 % de las acciones de Repsol YPF, aparecen más dudas que certezas. Algunos festejan la medida, pensando que ahora el petróleo será de todos al quedar YPF en manos del estado, reteniendo la mayoría accionaria, y por lo tanto se habrá recuperado soberanía.
Pero en verdad, lo que se nacionalizó es el 15 % del petróleo, porque YPF explota el 30 % del total. Por otra parte, no hay que olvidar que este gobierno nacional y los gobiernos provinciales, son los mismos que en los 90 defendieron la política privatista de Menem. Fue la propia CFK la principal motorizadora de esta política en su provincia allá por 1992. Cómo se puede cambiar tan fácilmente de opinión, sin dar explicación alguna? Qué garantías y seguridad ofrecen cuando aparece semejante ambigüedad?
Hace menos de una año esta misma Presidenta felicitaba a Eskenazi por el desempeño de YPF.
Desde estas líneas no se está en contra de la expropiación y recuperación decididas. Lo que sí se cuestiona es la forma, los actores y el futuro de YPF.
Después de 9 años, imprevistamente surge la necesidad de corregir los errores en la política energética y por eso se expropia la empresa?. Habría que agregar que la nacionalización de YPF se da justo en el marco de negociaciones entre Repsol y Sinopec, empresa petrolera china que ya opera en el país, la cual estaba pronta a comprar el paquete accionario de Repsol. El interés de los chinos se debe al megayacimiento de gas y petróleo no convencional, recientemente descubierto en Vaca Muerta (Neuquén), el cual abarca aproximadamente 30000 Km. cuadrados, que nos convierte en el tercer país, detrás de EEUU y China, en reservas de gas no convencional, también conocido como Shale Gas.
Lo cierto es que Argentina no cuenta con los recursos económicos para la exploración y explotación del megayacimiento, por lo que deberá acudir al sector privado, es por ello que De Vido procura seducir a Sinopec. Hay también otras empresas ávidas por participar del negocio, como Exxon Mobil y Chevron.
Hay que agregar además, que el Ceo que dirigirá la nueva empresa estatizada es Miguel Galuccio, ingeniero que en los 90 trabajó en YPF, llevado por José Estenssoro, y luego lo hizo en México en la empresa Schlumberger, dedicada a la provisión de servicios de exploración y perforación a empresas petroleras. Schlumberger es la compañía prestadora para campos petrolíferos más importante en el mundo, que opera en más de 80 países.
No resulta sugestiva la designación de un profesional proveniente de una empresa dedicada a la perforación, justo cuando en poco tiempo deberá explotarse el shale gas y shaleoil en Vaca Muerta? Algo que la prensa no ha informado, es el método usado para extraer gas y petróleo no convencional y los impactos ambientales, afectación a los ecosistemas y la salud.
Este tipo de gas y petróleo, también conocidos como “de esquisto” o “pizarra”, se encuentran en rocas muy poco permeables, y para su extracción debe emplearse el método de Fracking -o fractura hidráulica- y perforación horizontal, para lo cual se requieren grandes cantidades de agua mezcladas con arena a gran presión, para que el gas pueda liberarse, además de la utilización de alrededor de 600 sustancias químicas (benceno, tolueno, xileno, etc.) altamente contaminantes.
Hasta el momento, solo EEUU explota en forma intensiva estos recursos, pero con una fuerte oposición social por los escandalosos casos de contaminación de acuíferos, que ha llevado a que en algunos lugares, como Buffalo (New York) y Pittsburgh (Pensilvania) se prohíba esta actividad.
En tanto en Francia, en 2011 se ha vedado por ley este tipo de explotación basándose en los riesgos para la salud y el ambiente que conlleva.
Hay que aclarar que el método Fracking, es cualitativamente distinto al usado para la extracción de gas natural, pues implica impactos ambientales muy elevados, tales como:
-Riesgos químicos: Por uso de sustancias toxicas, muchas de ellas cancerígenas, mutagénicas, disruptores endocrinos, en tanto otras, responsables de alergias y de daños en el sistema nervioso. Estas sustancias pueden contaminar aguas superficiales, profundas, y también el aire.
-Posibles derrames
-Transporte y almacenamiento de sustancias que se utilizan en la fractura hidráulica.
-Contaminación sonora por las constantes perforaciones.
-Incremento del transporte de camiones en rutas y caminos.
-Uso excesivo de agua durante la fractura hidráulica para enfriar, lubricar y extraer la tierra durante la perforación y después para la inyección de agua presurizada.
-Posibilidad de terremotos de baja intensidad.
La extracción del shale gas y del oil gas, pronto se pondrá en marcha respondiendo, una vez mas, a la lógica extractivista y productivista, porque para extraer este recurso no renovable, se requiere de otro que es vital para todos, el AGUA, que será utilizada en grandes cantidades, envenenada con sustancias químicas, capaz de contaminar cualquier ecosistema. De manera que se pone en riesgo el territorio, sacrificado para tal práctica, al igual que los habitantes.
Es necesario así como se dice NO A LA MEGAMINERIA, NO A LA SOJA, también decir NO AL GAS NO CONVENCIONAL, porque las consecuencias serán irreversibles.
Estela Knez es bióloga
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