NO al Fracking en Entre Ríos

Represion a Comunidad Qom "LA PRIMAVERA" (video sin editar)

Informe Telenoche Investiga Represión QOM

miércoles, 11 de enero de 2012

¡¡PROHIBIDO EL GAS ESQUISTO!!
http://www.opsur.org.ar/blog/2012/01/05/interdit-o-prohibido-en-frances/

05-01-2012
Interdit, o prohibido en francés

Francia prohibió la fractura hidráulica, primer país en el mundo.
Por OPSur.- El país galo es la segunda reserva de gas no convencional en Europa, luego de Polonia. Numerosas áreas exploratorias licitadas en 2010 motivaron la creación de centenares de asambleas anti gas y petróleo de esquisto. En esta entrega, donde se continúa el recorrido de resistencia a los hidrocarburos no convencionales en Europa, miembros de los colectivos de Île-de-France y Montpelier, integrantes de la Coordinación Nacional, cuentan los pasos dados para que Francia sea el primer país en prohibir la fractura hidráulica. Si bien lo consideran un avance, plantean reparos ante la medida –principalmente porque no prohíbe la explotación del gas de esquisto y se permite la exploración con fines científicos- y afirman que su lucha continúa: “¡Ni aquí, ni allá, ni hoy ni mañana!”.




“A largo plazo, Francia debe enviar una señal a Europa y al mundo que permitan, a través de medios y recursos legales, la proscripción definitiva de la exploración de petróleo y gas de esquisto sobre territorios continentales y marinos, incluyendo la perforación en aguas profundas.” Philippe Martin, parlamentario francés
En febrero de 2011 dieciocho mil personas se movilizaron en Ardèche, al sur del país. La acción “festejó” el inicio de la Coordinación Nacional de colectivos que se oponen a la exploración y explotación de gas de esquisto. Menos de tres meses fueron suficientes para que la información se propague como pólvora -las primeras reuniones se habían dado en el pueblo Jean-du-Bruel en diciembre de 2010. ¿La razón? La concesión, ese mismo año, de áreas para la exploración de hidrocarburos no convencionales. Anna Bednik, del colectivo de Île-de-France, dice que “el gobierno descubrió con asombro que la gente se preocupó [por estas áreas], ya que desde hacía años estaban entregando permisos sin reparos [en otras regiones de Francia].” A través de diversas rondas licitatorias se adjudicaron 84 áreas en todo el país. De acuerdo a Françoise Leinhard -del colectivo sureño de Montpelier y responsable de las articulaciones internacionales para la Coordinación Nacional más de 209 colectivos se organizaron por todo el país en respuesta a la avanzada. Si bien fueron las licitaciones del último año las que provocaron la organización, Lienhard sostiene que, al revisar las previas, todas indican que la búsqueda se centra sobre hidrocarburos no convencionales.
“Nosotros nos formamos en febrero pasado, justamente después de ver Gasland [i]”, cuenta Bendik. “Somos organizaciones apartidarias, pero políticas. Funcionamos de manera horizontal y lo novedoso fue que la participación es extremadamente heterogénea, la integra gente que nunca pensamos que se iba a acercar”, detalla Bednik. La traducción del documental al francés fue fundamental para conocer la situación de Estados Unidos y, al mismo tiempo, alertar sobre lo que pretendía instalarse en Francia. Las primeras regiones que alzaron la voz y comenzaron a movilizarse fueron las del sur. Julien Renaud, otro miembro de la asamblea de Île-de-France, cuenta que “la historia francesa de movilización ha sido siempre muy fuerte en el sur, es una cultura de resistencia. Y, otra razón [para la fuerte movilización en el sur], es que no hay explotación [de gas y/o petróleo], como aquí, cerca de París, que existe desde 1959.” Île-de-France tiene el 80% de su territorio bajo áreas hidrocarburífera según los entrevistados. “La gente está acostumbrada y no se ve una diferencia entre convencional y no convencional. Cuando en el sur ven un camión saben que es para el gas de esquisto, aquí no nos podemos dar cuenta de eso”, argumenta Bednik. Agrega que “en el sur hay gente que vive de la tierra, desde campesinos a ‘alternativos’, personas que se han ido para allá alejándose de la ciudad. Hay una conciencia del territorio más fuerte. Aquí, en París, somos todos de partes distintas”. Entonces, no es casual que una de las primeras localidades en movilizarse haya sido Larzac, cuna política del líder campesino Joseph Bové, uno de los fundadores de la organización internacional Vía Campesina. Bové, actualmente eurodiputado por el partido Europe Écologie, es uno de los referentes que está impulsando la resistencia a la instalación de las petroleras.
A las asambleas y organizaciones campesinas se les sumó un nuevo actor, los alcaldes locales. Jeremy Dotti, también miembro de la asamblea de Île-de-France, dice que “casi desde el inicio [los alcaldes] impulsaron medidas administrativas, ordenanzas, para ir ganando tiempo. Ellos también se juntaron en un colectivo de alcaldes, una coordinación de autoridades. Las empresas los atacaron por impedir que las obras avancen, al menos quince fueron denunciados. Igual, hace poco retiraron las demandas”. Aclaran que la coyuntura ayudó, el inicio de las movilizaciones confluyeron con las campañas electorales locales. Lienhard refuerza el rol de los alcaldes, especialmente en el sur, pero agrega que “no todos han sido así, como por ejemplo cerca de Suiza. En el departamento Lain uno de los alcaldes tuvo que renunciar frente a las presiones de la gente, se lo acusó de no haber provisto información. Yo creo que ni él la tenía”.

Evolución de la superficie de permisos de exploración en km2. Fuente: Liendhard, F. (2011)
En septiembre, con la ley que prohíbe la fractura hidráulica aprobada, el presidente de la región Rhône-Alpes, Jean-Jack Queyranne​, del Partido Socialista, seguía insistiendo y reclamando un debate en torno a la los hidrocarburos no convencionales, al tiempo que afirmaba su oposición a la explotación en el territorio regional (Libération, 9/9/2011).
La escasez de agua en el sur es uno de los temas más acuciantes para las organizaciones sureñas, especialmente por la alta cantidad de campesinos y pequeños agricultores en la región. “Por ejemplo, en mi pueblo, tomamos el agua que viene del río Rhone. Tiene su naciente cerca de Ginebra y abastece a cada pueblo y ciudad en su curso, incluso a Lyon. Ya estamos preocupados por los desechos radioactivos, si bien de baja intensidad, de las plantas nucleares que vierten en los ríos, si contaminan más será terrible”, explica Liendhard. Las características específicas de las cuencas hídricas de la región aumentan la necesidad de resguardo. “El subsuelo está lleno de ‘grietas’ por las que el agua circula, sin saber bien hacia dónde y cómo. Si se contamina en un lugar el daño puede extenderse hasta a 3km sólo por este factor”. Liendhard remarca estos riesgos con énfasis. “No solamente no sabemos de dónde sacarán el agua para perforar sino también qué harán con los barros y líquidos que hay que desechar. Por lo que venimos estudiando es imposible tratarlos, al perforar muchos pozos el problema se acrecienta.”
Bednik cuenta que, a raíz de las importantes movilizaciones, desde el gobierno “trataron de calmar un poco la situación” y se encomendó la realización de dos estudios para evaluar los riesgos ambientales de la actividad. El primero, a funcionarios de los Ministerios de Ecología e Industria, y el segundo, a través de la Asamblea Nacional, una de las cámaras legislativas. Bednik detalla que “el primero, lo realizó la gente de los Ministerios, que son los mismos que otorgan los permisos, los Cuerpos de Minas, de Ingenieros, de Geólogos, etc. Son organismos científicos muy fuertes. Ellos trabajan para la Secretaría de Energía y, al mismo tiempo, son las escuelas que forman a los técnicos del Estado, pero, como en todos lados, también tienen intereses en las empresas. Por otro lado, la Asamblea Nacional mandató a dos diputados para una Comisión de Información, uno de la oposición, [Philippe Martin del bloque parlamentario ‘Grupo socialista, radical, ciudadano e izquierda diversa’], y a otro del partido en el poder, [el derechista François-Michel Gonnot, de la Unión por un Movimiento Popular”. Pero esto no detuvo a las organizaciones, que siguieron impulsando la difusión y la movilización, que continuó incrementándose. En abril, el presidente francés Nicolás Sarkozy declaró una moratoria suspendiendo los trabajos.
Mientras los estudios se realizaban ingresaron al recinto por lo menos siete proyectos de ley con los más variados alcances y atribuciones. El punto en común era la prohibición de la fractura hidráulica -incluso el Ministro que había promovido la exploración presentó uno. Bednik dice que “eligieron una propuesta del partido de derecha, que es la mayoría hoy en día. Emanaba de un diputado de la región de Paris, de Île-de-France. En julio se adoptó finalmente el proyecto, con bastantes idas y venidas, pero fue un proyecto de emergencia, dijeron. Entonces, en tres meses adoptaron una ley, que es muy rápido”. Dotti agrega que “la derecha tomó la ecología como algo importante, el próximo año [2012] hay elecciones presidenciales”. De esta manera, casi a las apuradas, Francia se convirtió en el primer país a nivel mundial en prohibir la fractura hidráulica dentro de su territorio. ¿Una solución técnica para un problema social?
No todo lo que es oro brilla, no todo objetivo político es legislativo
La revisión de las áreas de exploración era uno de los puntos que estableció la flamante ley de julio, la misma que prohibió la fractura hidráulica en toda Francia. Bednik señala que “el gobierno no tenía ningún medio para saber cuáles áreas eran para convencionales y cuáles para gas y petróleo de esquisto. Entonces, se lo pedía a las empresas”. El gobierno francés recibió y evaluó ochenta y cuatro informes para determinar si se utilizaba la técnica prohibida en las áreas concesionadas. Schuepbach Energy explicitó que en las dos áreas que tiene bajo su control realizaría fractura hidráulica. Total, en cambio, no lo mencionó en sus informes pero lo había publicitado en su página web. Los contratos de ambas fueron anulados el 3 de octubre por el gobierno de Sarkozy. En noviembre Total anunció que le hará juicio al Estado francés por cancelar su concesión de exploración en Montélimar, al sur del país (Le Figaro, 27/11/2011).
Bednik pone dudas y reparos en por qué este permiso fue anulado, el que, casualmente, era sobre las regiones más movilizadas. Según Lienhard, la evaluación de muchos asambleístas es que la decisión fue táctica. “Las personas en el sur están muy enojadas y las elecciones serán dentro de poco, el gobierno necesita calmar los ánimos. Creo que Total tiene razón, si dice que no fracturará por qué sacarle el permiso. En un año o dos lo recuperarán, tenemos que esperar por ahora.” Agrega que “las compañías no fracturarán por un tiempo, pero después de las elecciones de 2012 el panorama puede cambiar, su poder de lobby es muy fuerte”.

Las palabras de Christophe de Margerie, máxima autoridad de Total, ante la asamblea de accionistas, mientras se debatía la ley, reafirman los análisis de los asambleístas. “Lo que aquí se vota no excluye a la compañía de sus derechos mineros […] El texto es inteligente. Encontraremos una solución a los años por venir […] Debemos tener un perfil bajo en este período.” (Greenpeace France, 13/5/2011). Las palabras del primer ministro de Francia, François Fillon, en 2009, son señales de la ponderación que recibe Total de ciertos sectores del país: “una de las más bellas empresas francesas, que más invierte, que más empleo crea y una de las que mayor riqueza genera de Francia” (Liendhard, 2011). El vicepresidente de la región de Lorraine, Benoit Leclair, del Partido Socialista, sostuvo que si las empresas no mencionaron la fractura hidráulica “es claramente con el objetivo de ganar tiempo”, propósito que también atribuyó al gobierno central (Libération, 9/9/2011).
Dotti sostiene que la ley no tiene el grado de alcance que buscaban las organizaciones. “Hay varios puntos. No prohíbe la explotación de gas de esquisto, lo que prohíbe es una tecnología, que es la única que existe ahora para este tipo de yacimientos. Tampoco define qué es la tecnología, algunos dicen que la pueden cambiar pero, es verdad, que tampoco es tan fácil. Otro punto es que autoriza exploraciones científicas con el fin de mejorar los conocimientos del subsuelo. La ley dice que van a formar una comisión científica que decidirá las modalidades exploratorias, esto igual todavía no pasó.” “Que sólo hayan anulado tres permisos acarrea una grave amenaza sobre todo el resto de las áreas”, aclara Liendhard. La posibilidad de realizar fracturas para exploración científica es el mayor problema, y lo que ha motivado la creación de Comités de Vigilancia en Île-de-France, en Périgord y otras regiones. La compañía australiana Elixir Petroleum informó en septiembre el descubrimiento de reservas gigantescas de petróleo y gas de esquisto y, en menor medida, de hidrocarburos convencionales en Lorraine, al noreste del país. Los anuncios rimbombantes y grandilocuentes de corte especulativo parecen ser una tendencia mundial. Un geólogo de la Oficina de exploración y producción de hidrocarburos, consultado por la agencia de noticias AFP, afirmó que las exploraciones en Lorraine en el pasado resultaron infructuosas. “Geológicamente tengo enormes dudas”, dijo. La empresa confirmó que no fracturaría hidráulicamente, respetando la ley (Libération, 16/9/2011). Cómo hará esto es una inquietud que todavía no tiene respuesta.
Los intereses y responsabilidades se mezclan, la vieja puerta giratoria entre la función pública y la privada. Marine Jobert, coautora del libro El verdadero escándalo del gas de esquisto, junto al ex director de Greenpeace Francia, François Veillerette, detalla los vínculos entre la industria petrolera y altos cargos del gobierno francés. Julien Balkany, medio-hermano de Patrick Balkany -referente del partido oficial Unión por un Movimiento Popular-, ocupó el cargo, sin la idoneidad apropiada, de Administrador y Vicepresidente no ejecutivo del consejo de administración de la sociedad Toréador, concesionaria de múltiples áreas, hasta que fue expuesto por un medio. El presidente de Toréador agradeció públicamente y reconoció la labor de Balkany para el desarrollo de la empresa en el país. Otro vínculo es el de Paul Desmarais -uno de los mayores multimillonarios canadienses- y Albert Frère -el hombre más rico de Bélgica- con Sarkozy, ambos son fabricantes de químicos usados en la fracturación hidráulica y con amplia participación en empresas petroleras, incluida Total. La autora dice que el primero es una “figura paternal” para el presidente francés y ambos se excusaron de presentarse en la Asamblea Nacional por su cercana relación con el presidente (Libération, 8/9/2011).
El saber de los pueblos
Dotti dice que “los ciudadanos teníamos la información antes que los técnicos, el saber. Hubo muchísimo trabajo de traducción, recopilación de información, estudio. Son cosas súper técnicas de las que nadie tenía información”. Liendhard afirma que están trabajando con la Asociación de Toxicología Química de París, que ya ha realizado estudios alertando de los impactos pero sin encontrar eco en las esferas gubernamentales. André Picot, presidente de la Asociación, publicó en mayo de 2011 un informe sobre la toxicidad de los fluidos de fracturación y sus riesgos asociados para el ser humano. La gran mayoría de los datos provienen de estudios realizados por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos y del Instituto Nacional de Salud Pública de Quebec, Canadá. Entre casi veinte compuestos químicos identificados como cancerígenos sobresalen el benceno, el plomo y el concentrado de ácido sulfúrico. Picot afirma que: “La presencia de todos estos compuestos es particularmente inquietante. El benceno (agente leucémico de gran alcance sobre los seres humanos) y el N-óxido de 4 nitroquinolina (cáncer de boca muy activo sobre los roedores) son agentes cancerígenos muy peligrosos, la prohibición es obligatoria” (Picot, A., 2011: 38). Otros compuestos que se recomienda prohibir por su alta toxicidad son el formaldehído, el óxido de etileno, la acrilamida y la sílice cristalina. El especialista concluye que “será inaceptable que Francia siga este ejemplo, en tanto el desastre ecológico está probado en el otro lado del Atlántico” (Picot, A., 2011: 42).
Pero la ciencia no es neutral ni objetiva, alertan: el preinforme realizado por los funcionarios de los Ministerios de Ecología e Industria alentaron la explotación. Dotti argumenta que “hay una cuestión ideológica fuerte. Creen en el desarrollo, en la modernidad y en el petróleo”. Renunciar a la explotación del gas de esquisto atenta contra la autonomía energética y la generación de puestos de trabajo, arguyeron los técnicos, por más “que le pese a algunos ecologistas infantiles”. La periodista Jobert, por su parte, afirmó que los miembros del Cuerpo de Minas son juez y parte, ya que ellos mismos son los que habían entregado los permisos en su momento (Libération, 8/9/2011). El informe final, que tendría que haber sido entregado en junio, es un prerrequisito para que los trabajos hidrocarburíferos continúen. Liendhard denuncia que hasta el momento no lo entregaron, no cree que lo hagan y que las obras nunca fueron frenadas.

Las apetencias de las petroleras en el continente. Fuente: Liendhard (2011)
Por otro lado en junio, en la Asamblea Nacional, los caminos se bifurcaron. El diputado de derecha, en disonancia con su par del ala izquierda, calificó como una locura no promover la extracción de petróleo. En las conclusiones Gonnot se preguntó cómo Francia renuncia, y que político lúcido lo corregirá, a esta oportunidad cuando en 2011 el país tendrá [tuvo] que pagar una suma sideral -casi el 2,5% de su PBI- para importar combustibles. El legislador recomendó una moratoria, dado que reconoce los graves impactos inherentes de la fractura hidráulica, pero para investigar nuevas técnicas no dañinas sobre el ambiente. Por su parte, Martin afirmó enfáticamente que Francia debe olvidarse de las hipotéticas reservas. Alertó sobre las graves consecuencias ambientales locales –contaminación y uso masivo de agua, destrucción del paisaje, degradación de la biodiversidad, etc.- y el desarrollo de una actividad minera agresiva que se expandió sin control democrático por parte de funcionaros y los ciudadanos. “Francia debe renunciar al gas de esquisto (…) porque, de lo contrario, dará la espalda a la transición ambiental necesaria que impone el estado del planeta y de sus recursos naturales” (Gonnot, F.; Martin, P., 2011: 107). Con viajes a Estados Unidos y Alemania los legisladores llegaron a puntos contrapuestos pero, también, a varias coincidencias. Bednik detalla que ambos aseveraron que el Estado no tiene una visión global ni particular sobre las áreas hidrocarburíferas, como demuestra los requerimientos necesarios demandados a las empresas concesionarias. Otro punto de coincidencia es que sin la movilización de los ciudadanos y sus organizaciones el tema hubiera transcurrido sin mayores problemas, sin que nadie reparase en él –para Gonnot la problemática “ha surgido con violencia” (Gonnot, F.; Martin, P., 2011: 102). Otro punto en el que existe consenso es sobre las mayores emisiones de gases de efecto invernadero que Martin, afirma, haría fracasar las metas impuestas para Francia, tanto en acuerdos nacionales como internacionales (el Protocolo de Kioto y los acuerdos de Copenhague se encontraban vigentes en ese momento).
Renaud suma otro elemento: habría escaso impacto sobre las arcas públicas municipales, pero, este punto más el alerta sobre el desconocimiento real de reservas y potencial hidrocarburífero son un arma de doble filo. Alegar la falta de exploración “legitima que se hagan las perforaciones científicas”.
“¡Ni aquí, ni allá, ni hoy ni mañana!”

“Lo que antes veíamos que pasaba en África, en Rusia o en Argentina ahora está ocurriendo en la puerta de nuestras casas. Se entendió rápidamente que teníamos que luchar contra esto, pero, también, que no es suficiente luchar contra los hidrocarburos no convencionales solamente en Francia”, analiza Liendhard. Los colectivos comenzaron a tender lazos con otras organizaciones europeas que estuvieran en el mismo camino. Ella es la responsable de esta labor para la Coordinación Nacional y cuenta que se han contactado con personas de Italia, Alemania, Suiza y Polonia. “En Suiza recientemente ha habido problemas, en el país que uno piensa que mayor respeto tienen al medio ambiente. En 2010 perforaron en el Lago Léman, uno de los más grandes de Europa, pero hubo un accidente y tuvieron que poner explosivos en el agujero. No supieron qué hacer con el agua de desecho, al parecer la han llevado a Alemania para quemar. Al principio dijeron que era para gas, después para yacimientos muy profundos y, finalmente, que era para tight gas.” La concesión, otorgada en 2009, a la franco-americana Schuepbach Energy, finalmente fue retirada. En septiembre de este año el cantón Vaud, el que concesiona las áreas, ha prohibido la exploración de gas de esquisto (20minutes, 11/9/2011). Liendhard dice que, si bien es una buena noticia, no es definitiva. “No prohibió ni la fractura hidráulica ni el trabajo sobre tight gas”.
Liendhard subraya: “Nos hemos dado cuenta de la necesidad de una transición, aunque todavía no todos estén listos. Tal vez esto nos ayude a darnos cuenta que tenemos que cambiar”. Lezán fue el lugar elegido para realizar el encuentro Convergencia Energética en agosto de este año. “Seríamos por lo menos 15 mil personas pensando en transiciones y energías renovables, al final hicimos la Declaración de Lezán.” Esta estableció la transición energética en base a: sobriedad y eficacia energética, detener la carrera por los combustibles fósiles, reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, reapropiación pública y territorial de los medios de producción y distribución de la energía, reconversión de los sectores afectados con acuerdo de los trabajadores y usuarios, entre otros puntos. La transición energética no se circunscribe a un tema técnico o particular sino que es parte de un proceso más global de cambio social. Por esto, en su preámbulo, la Declaración establece que, para asegurar el futuro de las generaciones venideras, se deberá ahondar en: retomar el control por parte de los ciudadanos y ejercer una democracia directa, rechazar la mercantilización de la naturaleza al considerarla como un bien común inalienable y trabajar para un nuevo proyecto de civilización que evite el “caos al que nos lleva el capitalismo”. Confluir entre las diversas luchas –sociales, ambientales, gremiales, etc.- es una prioridad. Liendhard lo resume: “esta declaración dice lo que queremos cambiar en nuestras vidas, en Francia y en el mundo”. ¿Los aires cambian? En un debate organizado en noviembre por el diario Libération en Lyon, del que también participó de Margerie –la máxima autoridad de Total-, Bové dijo que “esta es la primera vez que el debate público sobre la transición energética está en el corazón de la [elección] presidencial”, y al mismo tiempo alertó: “Total cargará con la fractura hidráulica y atacará la ley, sigan movilizándose” (Libération, 26/11/2011).

Más información:
Lista de permisos, inclusive los anulados, disponible en: http://www.pasdegazdeschistes.rd-h.fr/actualites/liste-des-permis-exclusifs-de-recherches-d%E2%80%99hydrocarbures-liquides-ou-gazeux-titres-miniers-d%E2%80%99exploration-en-cours-de-validite-au-1er-janvier-2011/#more-4503
Mapa con los colectivos anti gas y petróleo de esquisto: http://maps.google.fr/maps/ms?ie=UTF8&oe=UTF8&msa=0&msid=203434914134602115962.00049d966b9240161487b
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Zapala: Comunicado de la 1ra jornada de debate y contrainformación sobre no convencionales
Bilbiografía:
Liendhard, F. (2011): Gaz de schiste, Intérêts et risques de la prospection et de l’exploitation des hydrocarbures liquides et gazeux non conventionnels.
Declaración de Lezán (2011). Disponible en: http://www.convergenceenergetique.org/Declaracion-de-Lezan-Gard-28-de
Picot, A. (2011): L’exploration et léxploitation de huiles et gaz de schiste ou hydrobarbures de roche-mere par fracturation hydraulique. Disponible en: http://asset.rue89.com/files/BILAN_TOXICOLOGIE__CHIMIE_GAZ_DE_SCHISTE.pdf
Agencias oficiales
Gonnot, F.; Martin, P. (2011): Rapport d’information sur les gaz et huile de schist. Disponible en: http://www.assemblee-nationale.fr/13/pdf/rap-info/i3517.pdf
Medios de prensa
Le Figaro (Fabrice Nodé-Langlois), 27/11/2011: Gaz de schiste: Total preparé sa riposte.
Libération (Damien Licata Caruso), 26/11/2011: Bové / De Margerie, le gaz de schiste divise.
Libération (Laura Thouny), 8/9/2011: Gaz de schiste : «Le corps des Mines est la fois juge et partie»
Libération, 9/9/2011: Rhône-Alpes réclame un véritable débat sur les gaz de schiste.
Libération, 16/9/2011: Après la Guyane, du pétrole et du gaz en Lorraine.
20minutes, 9/9/2011: Le Canton suspend les recherches.
Greenpeace France, 13/5/2011: AG de Total : pour M. de Margerie, « on ne peut pas utiliser que le soleil et les oiseaux.»
[i] Documental estadounidense realizado por Josh Fox. Recorre los impactos socioambientales y sanitarios de la explotación de hidrocarburos no convencionales en Estados Unidos.
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http://opsur.wordpress.com/2011/12/22/fracking-inglaterra-perforando-el-subsuelo-de-la-corona/#more-26378
Fracking Inglaterra: perforando el subsuelo de la corona

22/12/2011 in Internacional, Panoramas
Moratoria temporal en Inglaterra; organizaciones sociales buscan su ratificación permanente.
Por OPSur.- ¿Industrias extractivas en la rica Europa? Mientras todos los ojos se dirigen a la crisis financiera y los indignados, la “revolución silenciosa” del gas no convencional se cuela por la ventana del continente, donde varios gobiernos ya licitaron áreas para exploración. El OPSur realizó una recorrida por los caminos de resistencia que diversos grupos están planteando ante el avance de la frontera hidrocarburífera en sus países. En esta primera entrega la organización Frack Off comenta las consecuencias de la exploración de áreas no convencionales en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Luego de dos pequeños temblores, y ante la desconfianza que generan las reservas anunciadas, las organizaciones demandan la aplicación de una moratoria definitiva –hoy en día en una pausa temporal- a este tipo de actividad en manifestaciones y mediante la toma de pozos. Irlanda del Norte ya aprobó una moratoria.

La costa oeste de Inglaterra es el epicentro de la gran mayoría de los pequeños sismos que afectan a este país, unos veinte anuales según el Servicio Geológico Británico (BBC, 28/5/2011). Pero, entre abril y mayo de este año, se registraron dos temblores –de 2,2 y 1,5 en la escala Richter- que escaparon a los parámetros usuales de la región de Blackpool. Los hechos coincidieron con el comienzo de las maniobras de fractura hidráulica en dos pozos concesionados en la zona a la empresa Cuadrilla. En la ronda de licitación número 13, promovida por el Departamento de Energía y Cambio Climático en 2008, se ofertaron 60 áreas para exploración de las cuales 20 eran para gas. Según el gobierno, la tan anhelada seguridad energética es posible (y urgente) al desarrollar esta fuente barata y propia.
El debate en torno a la explotación de hidrocarburos no convencionales ya estaba instalado en el país. En mayo la Casa de los Comunes del Parlamento británico (cámara baja nacional de legisladores) –a través de la Comisión de Energía y Cambio Climático- publicó un informe [1] estableciendo que no había ningún tipo de riesgo en la fractura hidráulica. Tim Yeo, titular de la Comisión, declaró que las críticas en torno a la contaminación de las napas hídricas, como otros daños ambientales, se “desvanecían en el aire”. Si bien Londres no tembló, seguramente lo habrá hecho el parlamentario cuando, en los primeros días del mes siguiente, se dispuso una prohibición temporal sobre la técnica de fractura hidráulica: Blackpool había sufrido un “mini terremoto” por segunda vez (The Independent, 1/6/2011). ¿Existía una conexión entre estos dos sucesos? ¿Podría llegar a ser la fractura hidráulica un detonante de pequeños sismos?
Removiendo el avispero de la reina
Cuadrilla fue la encargada de aclarar estas incertidumbres al publicar un informe de los hechos en los primeros días de noviembre [2]. El estudio, realizado por profesionales independientes, consignó que era “altamente probable” que la fractura hidráulica hubiera sido la causa de los temblores. Al mismo tiempo, el Servicio Geológico Británico confirmó que los epicentros de ambos se encontraban a 500m de uno de los pozos de la firma (BBC, 2/11/2011) y emitió un informe en la misma sintonía: “es probable que la fracturación haya disparado los terremotos” (BGS, s/n). No obstante, se estableció que era improbable que el fenómeno ocurriera nuevamente, dado que las razones principales se encontraban en “inusuales condiciones geológicas”. Esto parece ir a contramano de las evidencias que lentamente emergen a partir del desarrollo de esta actividad en los Estados Unidos.

El centro de investigación estadounidense Lawrence Berkeley National Lab, dependiente de la Universidad de California y miembro de la red del Departamento Federal de Energía, afirma que una de las causas de los temblores inducidos –los provocados por el ser humano- es la fractura hidráulica, descartando que sean potencialmente dañinos dada la baja intensidad de la técnica en términos geológicos (LBL, s/n). Sin embargo, cada vez más voces ponen reparos a estas afirmaciones. En agosto de este año, la agencia sismológica del Estado de Oklahoma emitió un estudio donde vincula las fracturas con pequeños terremotos, estableciendo que, aunque la relación causal directa no pueda ser afirmada, existen fuertes evidencias que hacen pensar en una correlación. Detalla que luego de que se hayan producido fracturas hidráulicas en la zona se identificaron por lo menos 50 pequeños temblores [3]. En 2010 se identificaron 1.047 episodios en todo el Estado, cuando dos años antes no se habían superado los 50 (Oil Price, 8/11/2011). A las mismas conclusiones llegaron investigadores de la agencia geológica del Estado de Arkansas: si bien no es posible establecer una relación causal directa, hay fuertes evidencias espacio-temporales que mostrarían un vínculo. Al igual que el Estado de Oklahoma, con compañías instaladas recientemente, los temblores producidos en los últimos años no tendrían causas naturales (The New York Times, 6/2/2011).
Lejos de ser una tendencia novedosa, los terremotos inducidos son estudiados desde hace más de 80 años en Estados Unidos, y se establece como principal causa la inyección o extracción de líquidos. El Lawrence Berkeley Lab afirma que el primer antecedente se produjo en la década de 1930 en California: la rápida extracción de petróleo y gas produjo una serie de terremotos que provocaron importantes daños (LBL, s/n). El U.S. Geological Survey (USGS) explica los terremotos inducidos de la misma forma. En 1967, en Denver, la inyección de residuos líquidos peligrosos tuvo que ser discontinuada debido a que el ejército estadounidense constató que esta práctica estaba provocando terremotos: tres de gran magnitud, más de 5 en la escala Richter, y pequeños temblores siguieron durante años cerca de los pozos (USGS, s/n) (Nicholson y Robert, 1990). Otro estudio de 1990, también de un investigador de la USGS en cooperación con la Agencia Federal Ambiental (EPA), estableció una relación causal entre pozos de inyección profunda y terremotos al estudiar numerosos casos en Estados Unidos (Nicholson y Robert, 1990). Y un estudio más, de 2010, realizado por investigadores de las universidades de Texas y Metodista del Sur (Frohlich et al, 2010), sobre los terremotos en Dallas de años recientes, establece como una de las causas probables las operaciones de empresas petroleras en la zona, al tiempo que cita ejemplos del siglo pasado que llegan hasta los 4,6 en la escala Richter. También el informe emitido por el Servicio Geológico Británico, por los terremotos de mayo y abril, afirmó que: “es bien conocido que la inyección de agua u otros fluidos durante procesos de extracción de petróleo, ingeniería geotérmica y gas de esquisto puede provocar terremotos” (BGS, s/n).
“No a la fractura hidráulica en el Reino Unido”
Con la evidencia sobre la mesa, los voceros de Frack Off sostienen que el estudio de Cuadrilla “no inspira confianza” (BBC, 2/11/2011). Esta organización surgió a nivel nacional al mismo tiempo que se iban publicitando las áreas y la compañía entraba en los territorios. En entrevista con el OPSur, Tim Andrews, uno de los integrantes de Frack Off, dijo que tienen el objetivo de resistir la entrada de las empresas petroleras. “Las formaciones de gas no convencional se encuentran debajo de un tercio del Reino Unido, lo que significaría una industrialización masiva de las zonas rurales. Sabemos lo que pasa en Estados Unidos, no queremos eso aquí”.
Otro factor que Frack Off ve con preocupación es un manejo inadecuado del agua: “Una parte del agua y los químicos que inyectan tiene que salir, ellos lo tienen que tratar. No importa qué químicos pusieron en el agua, ya está llevando sustancias de las rocas, como elementos radioactivos y esto es muy difícil de tratar. Y la gente que está tomando agua no está midiendo los niveles de radiación, y ciertamente lo hacen millones. En EEUU hay creciente evidencia de que la radiación está circulando por los ríos”. En este sentido, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, en un estudio que demandó tres años, confirmó hace unos días la contaminación de agua por parte de la industria petrolera en el Estado de Wyoming (The Guardian, 9/12/2011). Andrews detalla que han tomado nota de otros impactos, como la contaminación del aire, de la tierra, e incluso la provocada por la enorme infraestructura y logística. “Se necesitan hasta 1.000 camiones por sitio, y, posiblemente, otros 400 por cada fractura. Esta cantidad enorme de camiones en pequeños caminos, más los gasoductos y otras cosas, son intervenciones masivas en períodos muy cortos”.

Toma de la torre de perforación en Blackpool. Fuente: Indymedia
El día en que se realizó la entrevista varios hechos ayudaron a poner en tapa de diarios el avance de la frontera hidrocarburífera en Inglaterra. Además de publicarse el estudio sobre los terremotos, Frack Off organizó una manifestación frente a un hotel céntrico de Londres, donde se llevaba a cabo una conferencia sobre gas no convencional auspiciada por empresas del sector. Nathan Roberts, que también integra Frack Off, dijo: “las protestas con pancartas están bien pero si uno realmente quiere hacerse escuchar hay que entrar en acción”. En efecto, doce horas antes varios integrantes habían ingresado a uno de los pozos en Blackpool parando la producción, una moratoria “de hecho”. Roberts y Andrews afirman que la reforma legal es un paso, necesario, y el elemento clave es la prohibición de la actividad. “Pero no solamente aquí, sino las empresas irán para otros países, causarán los mismos daños”. Roberts dice que ellos promueven la organización de los ciudadanos, el empoderamiento de la gente, hacia un cambio que involucre diversos aspectos más allá del petróleo no convencional.
Reservas petroleras enormes y gigantes: ¡las más grandes del mundo!
Los problemas para el desarrollo de los hidrocarburos no convencionales en el Reino Unido no provinieron únicamente de los cuestionamientos de Frack Off y otros grupos, sino también de los mismos anuncios de la compañía Cuadrilla. En septiembre dio a conocer que en la formación Bowland, donde se asientan los pozos perforados, había reservas por 5.600 billones de metros cúbicos (200 trillones de pies cúbicos), una cantidad que podía satisfacer la demanda del país por 56 años, y representaba uno de los descubrimientos globales más grandes en los últimos tiempos. Para extraer esta cantidad eran necesarios entre 400 y 800 pozos y se crearían 5.600 puestos de trabajo en los próximos quince años. Estos anuncios, en un país con reservas casi agotadas -principalmente las de Mar del Norte-, reposicionaban a los hidrocarburos en el horizonte energético. Mark Miller, titular de Cuadrilla, sostuvo en declaraciones a la prensa que la región de Lancashire era tan rica como las mejores de Texas (The Guardian, 21/9/2011).
Apenas dos días después una nota de la agencia de noticias Reuters reunió diversas voces que pusieron en tela de juicio tal descubrimiento. Los argumentos fueron desde una necesidad urgente por parte de la firma de recibir financiamiento para continuar los trabajos, pasando por cuestionamientos que apuntaron a la imposibilidad de estimar tales cifras con únicamente dos pozos, y hasta una deliberada presión política para evitar discusiones en torno a los impactos sociales y ambientales (Reuters, 23/9/2011). Lo cierto es que en los primeros días de noviembre el Servicio Geológico Británico no terminaba de confirmar los anuncios de Cuadrilla, y hasta ese momento la empresa no había presentado a la agencia ni la metodología utilizada en su evaluación de la potencial reserva ni los resultados finales. Actualmente el organismo sigue contabilizando una reserva de 150 billones de metros cúbicos, una diferencia muy amplia con el anuncio inicial (BGS, s/n).

Charles Hendry, Ministro de Estado para el Departamento de Energía y Cambio Climático. Fuente: The Guardian
Más allá de estos avatares, la frontera sigue una tendencia expansiva. Un informe de Amigos de la Tierra Inglaterra señaló en octubre que hay intereses explícitos puestos en por lo menos otras tres regiones, e incluso sobre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Mientras tanto, diversas estimaciones dicen que en las áreas marítimas podría haber reservas hasta cinco veces más grandes (Amigos de la Tierra, 2011).
¿Corriendo el eje?
Frack Off, Amigos de la Tierra y otras organizaciones y especialistas coinciden en que, aún sin contar los numerosos impactos locales, el desarrollo de los hidrocarburos no convencionales ahondaría en emisiones responsables del cambio climático. Andrews dice que uno de los aspectos positivos que están esgrimiendo las empresas y el gobierno es que el gas no convencional tiene menor cantidad de emisiones que el carbón, una fuente importante para Inglaterra. “Sin embargo, como muestran abundantes investigaciones, toneladas de gas están siendo filtradas a la atmósfera. Como el metano es setenta y dos veces peor por molécula que el dióxido de carbono, liberarlo directamente es definitivamente peor, y la fractura hidráulica causa inevitablemente filtraciones”. En un estudio publicado en 2011 por investigadores de la Universidad Cornell, de Estados Unidos, se afirma que la emisión global de gases de efecto invernadero en explotaciones de gas de esquisto es mayor que en yacimientos convencionales e, incluso, que en el carbón. Para esta conclusión se abordó no solamente las emisiones directas por quema sino también las indirectas por filtraciones en todas las etapas –extracción, venteo, transporte, industrialización, almacenamiento y distribución. Su fuente principal es el estudio de emisiones de la industria hidrocarburífera de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Al fracturar hidráulicamente parte del líquido vuelve a la superficie, la cantidad de metano excede la capacidad de este para absorberlo, por lo que entre el 0,6% y el 3,2% del gas total del yacimiento se filtra como metano en las primeros días y semanas. Otro 0,33% se estima que es liberado una vez que se extrae la infraestructura usada para romper el esquisto y, de esa forma, permitir el ascenso del gas. En promedio un 1,9% del metano producido es filtrado solamente para la puesta a punto del pozo; muy por arriba del 0,01% del convencional. Al tener en cuenta todas las etapas en el caso de no convencionales la emisión de metano sería entre 3,6% y 7,9%, un 30% mayor que en gas convencional. (Howarth, R.; Santoro, R.; Ingraffea, A., 2011)
El Tyndall Centre for Climate Research ya había emitido un estudio en este sentido en enero de 2011, en el que evaluaba los potenciales impactos sobre agua y tierra. Pero, en un nuevo informe de noviembre, afirmó que si se explotara solamente un quinto de las reservas –estableciendo reparos ante la falta de información cuantitativa fiable- los objetivos planteados por el país frente al cambio climático serían echados por la borda. Esto representaría un 15% de las emisiones de dióxido de carbono hasta 2050, cuando las emisiones totales tienen que ser reducidas en un 80%. Asimismo, el objetivo de mantener el alza de temperatura por debajo de 2⁰ -fruto de la Convención de las Partes (COP) de 2009 en Copenhague, Dinamarca- tampoco sería cumplido de continuar esta línea. Otro hecho sobre el que cargaban las tintas era la generación de trabajo, muy baja comparada con la que se podría generar a partir del desarrollo de energías renovables. Aún más, con un nivel de inversión similar sobre fuentes renovables el suministro energético sería mayor (Tyndal Centre, 2011).
A los diversos elementos que plantean estas organizaciones, se le suma uno sustancial: la promoción del gas no convencional quita prioridad a la transición energética de base renovable. Aun compartiendo este horizonte, Chris Huhne, Secretario de Estado para el Departamento de Energía y Cambio Climático del gobierno inglés, afirma que hoy en día el gas forma parte insustituible de la oferta energética, un pilar para la seguridad energética. En un artículo publicado en The Telegraph, el Secretario centra su exposición sobre los vaivenes del mercado, sobre el alto grado de incertidumbre de los commodities, y en el hecho de que no se puede confiar en una fuente, siendo la diversificación una necesidad. ¿Consecuencias ambientales? Las desestima en menos de un párrafo: “no somos EEUU (…), nuestra planificación y marco regulatorio son diferentes” (The Telegraph, 8/11/2011). Otra persona que comparte el análisis es, sin lugar a dudas, su jefe Charles Hendry, Ministro de Estado para el Departamento de Energía y Cambio Climático. En un artículo publicado en The Guardian dice que: “El gas no convencional recién está comenzando aquí y está gobernado por uno de los marcos regulatorios más robustos y restrictivos a nivel mundial”. Detalla que la Agencia Ambiental ha revisado profundamente los estudios presentados por Cuadrilla –aunque el especialista en medio ambiente del mismo diario, George Monbiot, denunció que nunca pudo acceder a ellos (The Guardian, 23/9/2011)-, demostrando que no hay riesgos de impactos ambientales en la actividad. “No hay necesidad de una moratoria” afirma el Ministro (The Guardian, 22/9/2011).

Manifestación de Frack Off en Londres. Fuente: OPSur
Pero, al parecer, las aseveraciones vertidas en estos artículos no se condicen con la realidad. Un periodista del diario The Guardian, John Vidal, puso en duda la capacidad regulatoria del gobierno inglés al acceder a misivas entre funcionarios públicos y empleados de compañías petroleras. El periodista destaca que la existencia de tres organismos con poder de policía –Departamento de Energía y Cambio Climático, Agencia Ambiental y Salud e Higiene- más que potenciar, podría generar problemas sobre cuál es responsable en última instancia; no hay un marco regulatorio específico, ya que, aunque los desarrollos se hagan a cientos de metros de poblaciones, se asientan sobre normativas antiguas para pozos costas afuera; no hay estudios de impacto ambiental realizados por la Agencia Ambiental o las autoridades locales; entre otros. Mike Hill, ingeniero en petróleo que ha trabajado en fractura hidráulica, dice que confiar en los autorregulación de la industria, como se lo viene haciendo en la práctica, es “totalmente inaceptable” y la regulación es extremadamente necesaria. Pero, ¿lo hará el Estado? Citando una carta de una autoridad de Salud e Higiene: “un control pozo por pozo sería una locura, elevaría la necesidad de recursos inmensamente” (The Guardian, 23/9/2011). El gobierno del Primer Ministro David Cameron, del Partido Conservador, en su asunción prometió ser el más “verde” en la historia del Reino Unido. Una amplia coalición de grupos ecologistas –Amigos de la Tierra, Partido Verde y otros- fustigó a principios de diciembre la política ambiental calificándolo como la más destructiva en las últimas décadas. El ministro de Finanzas, George Osborne, afirmó que proteger el ambiente era contrario al interés público y, entre otros temas, propuso: reducción de impuestos a industrias contaminantes, quita de subsidios a energía solar y revisión de la protección básica de áreas protegidas (The Guardian, 3/12/2011).
A la misma conclusión, arribó un informe de junio de este año realizado por el Parlamento de la Unión Europea, que destaca que los marcos regulatorios para la fractura hidráulica cuentan con numerosas carencias e inconsistencias, que la actividad no estaría dentro de los mínimos para la presentación de estudios de impacto ambiental y, entre otros puntos, afirma que los recursos no convencionales de gas en Europa son demasiado pequeños para tener un impacto significativo como fuente de energía, al tiempo que quitaría del eje otras fuentes renovables (European Parliament, 2011).
Mayor o menor regulación podría ser un eje del debate, una forma de verlo. Pero, sin lugar a dudas, lo central es discutir sobre una moratoria a la exploración y explotación de yacimientos no convencionales. La corta, pero intensa, historia de Estados Unidos al respecto da señales claras de que continuar con la actividad es un camino escarpado y sinuoso, las consecuencias a la vista son demasiado graves y preocupantes para no tenerlas en cuenta. A esto apuntan organizaciones como Frack Off o Bristol Rising Tide, las cuales, por segunda vez, cerraron uno de los pozos de Cuadrilla al ocupar el campamento en Hesketh Bank, Lancashire (Indymedia, 1/12/2011). Sobre el cierre de esta nota Irlanda del Norte declaró la moratoria sobre la fractura hidráulica hasta en tanto no se realicen estudios ambientales, marcando un nuevo piso de discusión para el Reino Unido (Belfast Telegraph, 7/12/2011).

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