NO al Fracking en Entre Ríos

Represion a Comunidad Qom "LA PRIMAVERA" (video sin editar)

Informe Telenoche Investiga Represión QOM

sábado, 30 de julio de 2011

Rca. Oriental del Uruguay


Imposible coexistencia: agrotóxicos, transgénicos y apicultura

Una de las grandes amenazas que sufre el sector apícola a mediados de diciembre del 2008 es la presencia de densas poblaciones de langostas en los departamentos de Florida, Durazno y Flores, extendiéndose posteriormente a los departamentos de Cerro Largo, Treinta y Tres y Soriano.

Dada la existencia de condiciones favorables para el desarrollo de la langosta, como los son grandes monocultivos de soja transgénica u otros no transgénicos, se produce una importante explosión poblacional de estos insectos. Bajo la autorización del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca esta plaga es combatida a través insecticida fipronil, reconocido mundialmente como altamente tóxico para las abejas.

A fines de enero del siguiente año se denunció a través de distintos medios de comunicación la mortandad de abejas en el departamento de Flores. Lamentablemente la mortandad de las abejas no se limitó a solo este departamento, sino que miles de colmenas murieron en los meses siguientes a lo largo y ancho del país. Según autoridades de la Sociedad Apícola Uruguaya en la zafra correspondiente se produjo a marzo del 2009 una mortandad de alrededor de 5.000 colmenas a causa del fipronil, cifra que siguió creciendo con el correr de los meses.

Después de esta gran mortandad algunos apicultores debieron abandonar el rubro y otros repuntaron y lograron una buena cosecha durante las siguientes zafras.

La unión Europea rechaza miel uruguaya

En el 2011 la apicultura uruguaya recibe un golpe aún más fuerte cuando los apicultores nuevamente se encuentran amenazados a raíz del rechazo de la miel en Alemania.
Apicultores alemanes entablaron una demanda en la Unión Europea contra la importación de miel desde Uruguay, argumentando que contenía polen transgénico, por lo que se impediría la exportación de miel de nuestro país a dicha región.

A su vez también quitaron a la miel uruguaya el status de producto natural, tras encontrar rastros de transgénicos en varias muestras que serían vendidas en Europa.

Es importante destacar que, según datos periodísticos, con la prohibición de la entrada de la miel a Europa por haberse detectado polen de cultivos transgénicos se calcula que más de 20 millones de dólares se perdieron de vender este año.

Los transgénicos avanzan y la apicultura retrocede

La soja transgénica supera el millón de hectáreas y el maíz alrededor de cien mil. En el mes de junio recién pasado se aprobaron cinco nuevos maíces transgénicos, hecho que amenaza aun más la contaminación de la miel con polen transgénico. La gravedad de esta situación radica en que los cultivos transgénicos existen y las abejas se posan donde pueden obtener alimento; no discriminan si la flor pertenece a una planta transgénica o no. Sin embargo, sí lo hace la Unión Europea quitando el status de la miel como Producto Natural e impidiendo la importación de miel uruguaya.

Como todo ser vivo, la abeja no se alimenta de una sola planta. En esta instancia cabe mencionar parte de un artículo publicado por La Diaria en el mes de junio: “Estela Santos, bióloga y técnica apícola, junto con un grupo de docentes de Facultad de Ciencias y de Agronomía participó recientemente de un estudio del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) para conocer la productividad de las abejas en los cultivos de soja, afirmó que ‘la miel nunca es unifloral, nunca vamos a tener una miel únicamente de soja, porque la abeja nunca se queda con un ambiente monofloral. En un estudio colocamos una colmena en medio de 600 hectáreas de soja y vimos que la abeja es capaz de volar seis kilómetros para buscar otros recursos para alimentar su cría, la composición de la miel nunca llega a ser solamente de soja’”.

Esta observación es extremadamente interesante y preocupante a la vez, ya que esto significa que en la búsqueda de alimentos la abeja podría contaminar el maíz no transgénico a una distancia de hasta seis kilómetros, distancia que supera ampliamente lo decretado por las autoridades como “zona de refugio” (250 metros), entre un cultivo de maíz transgénico y no transgénico con el objetivo de evitar la contaminación entre un maíz y otro.

En julio del 2009 el gobierno decretó la “coexistencia regulada” en la utilización de organismos genéticamente modificados. Por lo tanto lo que hace es decretar una coexistencia entre distintos modelos de producción. No obstante, la mortandad de las abejas provocadas por el fipronil y el reciente rechazo de la miel uruguaya al mercado europeo por contener polen transgénico deja en claro que esta coexistencia es imposible.
http://ladiaria.com/articulo/2011/6/ni-tanto-ni-tan-poco/

María Isabel cácamo

Julio 2011
MONTES DE PLATA FRENTE A CAPITAL FEDERAL


Avanza rápidamente la construcción de la planta de celulosa que será 1,3 veces BOTNIA.
Estudio encontró rastros de contaminantes


Consumo de subsistencia de peces del Río Uruguay podría resultar riesgoso

La presencia de ciertos productos contaminantes detectados en peces del río Uruguay en un estudio comparativo realizado por la Comisión Administradora del Río Uruguay, indica que podrían resultar riesgosos para aquellas poblaciones que realizan un consumo de subsistencia, como es el caso de los pescadores artesanales.


La novedad surge de un análisis cuyos resultados obtenidos en un laboratorio alemán ya fueron divulgados, pero ahora se conoce una comparación realizada por un laboratorio argentino que trabajó con niveles más bajos de detección.

Los estudios fueron realizados en músculo e hígado de especies como sábalo, boga y dorado capturados en Arapey, Legerén, Concepción del Uruguay y Nuevo Berlín y las muestras fueron analizadas por el laboratorio Intertek (Alemania) y Cenatoxa, de la Univerisidad de Buenos Aires, siendo parte de las actividades de la campaña de Relevamiento de Pesquerías Artesanales realizada por CARU del 16 al 23 de noviembre de 2010. La finalidad de dicho relevamiento fue realizar análisis de xenobióticos bioacumulables y evaluar su aptitud para el consumo humano.

“De seis de los ejemplares colectados se obtuvieron muestras individuales duplicadas de tejido muscular, y de hígado en dos de ellos, que se enviaron para realizar análisis de pesticidas organoclorados (OC´s) y bifenilos policlorados (PCB´s) a Intertek Food Service GmbH, en Bremen, Alemania y al Cenatoxa, Cátedra de Toxicología y Química Legal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con el fin de comparar los resultados”, explicó el organismo.

Agregó que en Intertek (Alemania) se investigaron, mediante cromatografía en fase gaseosa, 54 biocidas organoclorados y 18 congéneres de PCB´s, listados a continuación con sus límites de cuantificación (LOQs), ninguno de los cuales fue detectado en las muestras enviadas, que cumplían así con todas las normas europeas sobre residuos de estas sustancias en pescado para consumo humano.

“El límite de cuantificación de los pesticidas órgano-clorados es en todos los casos de 10 ng/g (0,01 mg/kg). Los límites de cuantificación de los PCB´s varían entre 5 ng/g y 9 ng/g según el congénere”, explicó la CARU en un documento que se encuentra disponible en su sitio web.

En el Cenatoxa, utilizando el método de cromatografía gaseosa con captura de electrones, se investigaron 20 compuestos organoclorados, PCB’s y otros plaguicidas.

“Ninguno de los dos plaguicidas órgano-fosforados fue detectado. Sólo en dos de los ejemplares se detectaron residuos de plaguicidas órgano-clorados, en muy baja concentración”, informó la CARU.

“Los valores de concentración de α - HCH (un plaguicida organoclorado persistente de uso agrícola) y Endosulfán están por debajo de los límites de cuantificación del método de análisis utilizado por Intertek y por lo tanto, no pudieron ser reportados por ese laboratorio. El resto de los resultados es totalmente coincidente”, agregó.

En cuanto a los Bifenilos policlorados (PCB´s) el organismo informó que “considerando los 12 congéneres comunes en los análisis de ambos laboratorios, las discrepancias se deben simplemente a las diferencias en los niveles de cuantificación que varían entre 5 ng/g y 9 ng/g (Intertek) y entre 0,5 ng/g y 4 ng/g (Cenatoxa)”.

“Respecto a las diferencias en los límites de detección y cuantificación, tanto en los análisis de pesticidas como en los de de PCB´s, no son importantes cuando el objetivo es verificar el cumplimiento de normas de tolerancia para el consumo general o cuando se utilizan para el diagnóstico de mortandades, pero resultan críticos para la evaluación de niveles de riesgo en grupos con alto consumo de pescado. Por ejemplo, la baja concentración de α – HCH de 5 ng/g detectada con el análisis más sensible realizado por el Cenatoxa en la muestra de un dorado --capturado en la zona de Concepción del Uruguay-- está próxima al valor de referencia o “screening value” basado en efectos cancerígenos de la US EPA para pescadores deportivos (6,35 ng/g) y sobrepasa el de pescadores de subsistencia (0,78 ng/g). Lo mismo ocurre en el caso de los PCB´s, ya que la sumatoria de las concentraciones de sólo 12 congéneres en los análisis del Cenatoxa (0,6 ng/g a 11 ng/g) son significativas en relación con un SV (pescadores de subsistencia) para PCB´s totales de 20 ng/g”, concluye el informe del organismo, firmado por los asesores de la CARU, licenciado Alberto Espinach Ros, de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de Argentina, y la licenciada Mónica Spinetti, de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos de Uruguay.

Esto significa que los rastros de contaminantes en alguno de esos peces son bajos, pero igualmente podría afectar a aquellos que se alimentan regularmente con esta carne blanca.


REPERCUSIONES

El bioquímico y asambleísta de Gualeguaychú, Carlos Goldaracena, lo había advertido hacia fines del año pasado cuando sugirió no consumir el pescado del río Uruguay.

Ahora el presidente de la CARU, Hernán Orduna, dijo en declaraciones efectuadas en Entre Ríos que “no está nada errado Goldaracena en ese sentido”, y agregó que si bien la CARU no tiene facultad para tomar medidas al respecto, tras hacer la medición, difundió el informe y comunicará los datos precisos a las partes para que las autoridades competentes se ocupen de accionar. “Esto tiene que ver con los pesticidas”, sostuvo.

Según informó la agencia entrerriana de noticias APF, consultado sobre la observación de la CARU en cuanto a los agroquímicos, el ingeniero señaló que la contaminación agrícola tiene una especial recomendación de la presidenta Cristina Fernández desde junio del año pasado.

martes, 26 de julio de 2011


Frente a la crisis: cuatro principios y cuatro virtudes
2011-07-22

Goza de plena actualidad esta frase de Einstein: «el pensamiento que ha creado la crisis no puede ser el mismo que va a solucionarla». Es demasiado tarde para hacer sólo reformas, éstas no cambian el pensamiento. Necesitamos partir de otro pensamiento, fundado en principios y valores que puedan sustentar un nuevo ensayo de civilización. O si no, tendremos que aceptar un camino que nos lleva al precipicio. Los dinosaurios ya lo recorrieron.
Mi sentimiento del mundo me dice que hay cuatro principios y cuatro virtudes capaces de garantizar un futuro bueno para la Tierra y la vida. Aquí solamente voy a enunciarlos, sin espacio para profundizar en ellos, cosa que he hecho en varias publicaciones en los últimos años.
El primero es el cuidado. El cuidado es una relación de no agresión y de amor a la Tierra y a cualquier otro ser. El cuidado se opone a la dominación que caracteriza el viejo paradigma. El cuidado regenera las heridas pasadas y evita las futuras. Retarda la fuerza irrefrenable de la entropía y permite que todo pueda vivir y durar más. Para los orientales lo equivalente al cuidado es la compasión; por ella nunca se deja abandonado al que sufre; se camina, se solidariza y se alegra uno con él.
El segundo es el respeto. Cada ser posee un valor intrínseco, independientemente de su uso humano. Expresa alguna potencialidad del universo, tiene algo que revelarnos y merece existir y vivir. El respeto reconoce y acoge al otro como otro y se propone convivir pacíficamente con él. Ético es respetar ilimitadamente todo lo que existe y vive.
El tercero es la responsabilidad universal. Por ella, el ser humano y la sociedad se dan cuenta de las consecuencias benéficas o funestas de sus acciones. Ambos tienen que cuidar la cualidad de las relaciones con los otros y con la naturaleza para que no sean hostiles sino amigables hacia la vida. Con los medios de destrucción ya fabricados, la humanidad, por falta de responsabilidad, puede autoeliminarse y dañar la biosfera.
El cuarto principio es la cooperación incondicional. La ley universal de la evolución no es la competición en la que gana el más fuerte, sino la interdependencia de todos con todos. Todos cooperan entre sí para coevolucionar y para asegurar la biodiversidad. Por la cooperación de unos con otros, nuestros antepasados se volvieron humanos. El mercado globalizado está gobernado por la más rígida competición, sin espacio para la cooperación. Por eso, campean el individualismo y el egoísmo que subyacen a la crisis actual y que han impedido hasta ahora cualquier consenso posible frente a los cambios climáticos.
Estos cuatro principios deben venir acompañados de cuatro virtudes, imprescindibles para la consolidación del nuevo orden.
La primera es la hospitalidad, virtud primordial, según Kant, para la república mundial. Todos tenemos el derecho de ser acogidos, lo que se corresponde con el deber de acoger a los otros. Esta virtud será fundamental frente al flujo de los pueblos y los millones de refugiados climáticos que surgirán en los próximos años. No debe haber, como hay, extra-comunitarios.
La segunda es la convivencia con los diferentes. La globalización del experimento hombre no anula las diferencias culturales con las cuales tenemos que aprender a convivir, a intercambiar, a complementarnos y a enriquecernos con los intercambios mutuos.
La tercera es la tolerancia. No todos los valores y costumbres culturales son convergentes y de fácil aceptación. De ahí se impone la tolerancia activa de reconocer el derecho del otro de existir como diferente y garantizarle su plena expresión.
La cuarta es la comensalidad Todos los seres humanos deben tener acceso solidario y suficiente a los medios de vida, y seguridad alimentaria. Deben poder sentirse miembros de la misma familia que comen y beben juntos. No sólo es la nutrición necesaria, se trata de un rito de confraternización.
Todos los esfuerzos serán en balde si la Río +20 de 2012 se limita solamente a discutir medidas prácticas para mitigar el calentamiento global, sin discutir otros principios y valores que pueden generar un consenso mínimo entre todos y dar así sostenibilidad a nuestra civilización. En caso contrario, la crisis continuará su acción corrosiva hasta transformarse en una tragedia. Tenemos medios y ciencia para alcanzar esta sostenibilidad. Sólo nos falta voluntad y amor a la vida, la nuestra y la de nuestros hijos y nietos. Que el Espíritu que preside la historia no nos falte.

Leonardo Boff

lunes, 25 de julio de 2011

ADIOS A DON DANIEL ORTIZ-CUANDO LA JUSTICIA NO LLEGA O LLEGA TARDE...


Escuchando la grabación de la charla con Don Daniel Ortiz y miembros de ong VIDA, con su voz baja, contando cómo el agrotóxico entró en su cuerpo y lo fué degradando como a su vida, conservaba la esperanza de mejorar, agradecía a Dios por estar un día bien junto a su esposa. La ayuda a este humilde trabajador misionero no llegó de ningún lado.

El caso fué ampliamente conocido gracias a la difusión de medios de comunicación y personas comprometidas con la comunidad.
Don Ortiz llegó desde Misiones junto a otros coterráneos, engañados por un kapanga-así se los conoce allá a estos explotadores de trabajadores-hasta último momento que no pudo más por su enfermedad cumplió y cuando ésta se hizo visible en su cuerpo, el kapanga lo echó.

¿Por qué decimos que la justicia llega tarde o nunca llega?. Porque ong VIDA presentó el caso a U.F.I.M.A.-"Actuación administrativa nº 76/09 caratulada: Protocolo de investigación administrativa y judicial en materia de agroquímicos"- depto. Asuntos Judiciales. Se debió reunir una lista interminable de documentación, grabaciones, etc. mientras Don Ortiz moría. Todo está presentado.
¿Para qué?.Si la burocracia y los papeles nos tapan en vida y las leyes no salen, y siempre falta un papel.

Hoy su familia está totalmente desamparada en una tierra que les prometió el pan de cada día y les dió "el veneno" como lo llamaba él.
Nuestro recuerdo a Don Daniel Ortiz.
Los miembros de ong VIDA de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Argentina.

asociacion_civil_vida@yahoo.com.ar

http://asociacioncivilvida.blogspot.com

La foto es propiedad de ong VIDA, se puede publicar y difundir solo se pide mencionar a ong VIDA.

jueves, 14 de julio de 2011

SeccionesESPECIALES
Campaña nacional e internacional contra el hostigamiento judicial y criminalización de defensores de ddhh en México

En México, existe una guerra. No es sólo la desastrosa guerra contra el “crimen organizado”, es la guerra contra la gente y sus luchas por una vida digna.
Consejo Autónomo Regional de la Zona Costa de Chiapas/Centro de DDHH Digna Ochoa | Radio Pozol |
www.kaosenlared.net/noticia/campana-nacional-internacional-contra-hostigamiento-judicial-criminal


En México, existe una guerra. No es sólo la desastrosa guerra contra el “crimen organizado”, es la guerra contra la gente y sus luchas por una vida digna. Es guerra contra la gente que no esta de acuerdo en ser continuamente pisoteada y tratada como mercancía o como delincuente. Esta historia, se repite en muchas historias de injusticia e impunidad. La persecución y la represión es la forma en que el gobierno de cualquier nivel enfrenta a los pueblos que se organizan para defender su tierra y sus recursos.

En México, ser un defensor de los derechos humanos es un trabajo que se ha vuelto peligroso para quienes deciden hacerlo. Los que trabajan en temas que van desde asuntos relacionados al medio ambiente, a los derechos de las mujeres, los campesinos, los periodistas, migrantes, los indígenas. Diariamente reciben amenazas a su integridad física, psicológica y la de sus familias y esta situación cada día va empeorando.

En México, existen muchos intereses económicos, hay una pugna por vender y poseer sus recursos. Lo que les estorba en sus planes por el poder y el dinero, son los pueblos que defienden su forma de vida y su trabajo, que viven y cuidan sus recursos, sus tierras, su agua.

CUALQUIER SEMEJANZA CON LA ACTUALIDAD ARGENTINA...NO ES PURA COINCIDENCIA.

Fragmento de la nota. Para leerla en su totalidad ingresar en la página www.kaosenlared.net

miércoles, 13 de julio de 2011

Los transgénicos: manipulación genética ¿y cultural?
Por Maya Rivera Mazorco y Sergio Arispe Barrientos



Más "Los transgénicos son parte fundamental de esta nueva etapa de dominación en el devenir histórico en la que la producción y distribución de la alimentación son ejes para dominar la identidad, a partir de la desbiologización de la tierra, de los alimentos y por consecuencia del ser humano."


Son muchas ya las posturas técnicas que muestran los aspectos negativos de los transgénicos, aunque el círculo empresarial/científico que ostenta el poder a nivel mundial niegue todavía aceptar (o publicar) sobre las contraindicaciones de su consumo, sin contar las referidas a su producción. “No se ha comprobado que son perjudiciales”, se dice, pues no se puede decir que son beneficiosos. Esto nos recuerda cómo la revolución verde fue promocionada como la solución del hambre mundial durante la década de los 60, cuando en realidad fue la introducción y desenvolvimiento de una cadena de técnicas que podían ser comercialmente explotadas. Todos los elementos importantes de conocimiento local productivo-tecnológico fueron desvirtuados e inferiorizados, lo que significa una pérdida de incalculable valor para la humanidad. A pesar de estas y otras tendencias del desarrollo en general y la revolución verde en particular, y sus componentes tecnológicos (e ideológicos obviamente), se les sigue impulsando en nuevas facetas que ahora, al igual que en ese entonces, son aplaudidas como soluciones al hambre y la pobreza.

Y ha sido tan constante y sostenido el devenir de estas propensiones del desarrollo que ahora ya no nos impresiona saber que cuando a una niña o niño de las tantas ciudades alrededor del orbe se le pregunta ¿de dónde vienen los alimentos?, éste o ésta responde: “de la nevera” o “del supermercado”. Lo primordial del dilema de los transgénicos gira precisamente en torno al desconocimiento-olvido de la respuesta a esta pregunta y se circunscribe a la profundización de ese estado de adormilamiento que oculta en nuestro ser la vivencia de una filosofía y paradigma que pertenecía (y aún pertenece) a un estilo de vida distinto al propuesto por la agroindustria-biotecnología.

En este contexto, los transgénicos son la extensión de la filosofía del modelo de producción agroindustrial que concentra toda la cadena de producción en pocas manos permitiendo el manejo total de la oferta de alimentos a la población, erosionando su propia capacidad de producir. Este hecho inicia a partir del cambio de variedades de semillas locales por las de las semillas de la revolución verde, hecho que ha herido de muerte al sistema tradicional de interdependencia solidaria entre distintos productores, basado en el intercambio de conocimiento y de insumos, así como en la ayuda comunitaria en las labores agrícolas, y lo ha reemplazado por una alternativa individualista que no permite los intercambios de semillas y otros insumos ya que éstos tienen patentes que convierten a las empresas transnacionales en únicas dueñas y señoras, hecho que les da, solamente a ellas, la potestad de decidir a quién vender las semillas; y en caso que un pequeño productor opte por repartirlas entre sus vecinos, se atiene a las multas y sanciones legales establecidos por ley. De este modo, las grandes transnacionales monopolizan el conocimiento de producción alimentaria en oligopolios cada vez más concentrados, dejando sin oportunidades económicas a los pequeños productores y a los consumidores, ya que los alimentos son cada vez más caros, pues los precios los imponen los pocos dueños de las semillas que alimentan al mundo.

Así, se da el cambio de sistemas controlados por los campesinos, a sistemas controlados por las corporaciones de agroquímicos y semillas y, por ende, por los institutos internacionales de investigación[1]. "Las semillas, de haber sido un recurso libre que se reproducía en la propia chacra se transformaron en un insumo caro que debía ser comprado. Los países pobres y los campesinos tuvieron que endeudarse para utilizar las nuevas semillas y los campesinos terminaron en las manos de los bancos y los proveedores de agroquímicos, que una vez establecido su monopolio hicieron subir los precios; por ejemplo, entre fines de los 60 y principios de los 80, el precio de los fertilizantes se incrementó en 600%"[2].

Bajo este paraguas, los transgénicos son una medida que implica la inserción progresiva, sostenida y segura de nuevas formas de destrucción de filosofías y culturas de la producción de semillas y alimentos, de aniquilación de diversidades de semillas y de involución del ser humano que cada vez tiene menos opciones alimentarias debido a la uniformización de las mismas. De ese modo, se establecen mecanismos de re-colonización inherentes al modelo de desarrollo.

Quien pretende anular la emergencia creciente de movimientos y sentimientos anti-sistémicos, debe controlar la alimentación de la humanidad a nivel de todo el globo terrestre. Como un excelente ejemplo de este mecanismo tenemos a la población norteamericana que sufre en gran parte de una aguda deficiencia alimenticia reflejada especialmente en la obesidad. Una persona con problemas de obesidad, sometida a una involución biológica y genética progresiva a través de su dieta alimenticia, se convierte en un ser con discapacidad para oponerse al sistema de vida que le enferma. No es casual que una sociedad como la americana se vea en la constante necesidad de robar cerebros del tercer mundo, cuya población aun conserva cierta salud biológica y mental proveniente de sus posibilidades de alimentación.

Tenemos entonces que los transgénicos aceleran el proceso de descampesinización del mundo ligado a la destrucción de los vestigios de esa nueva-vieja filosofía de unidad del ser con la realidad que se presenta como una alternativa al modelo de no unidad propuesto por el modelo de la agroindustria.

A este respecto debemos decir que es indispensable detenernos un momento en el escenario de la manipulación genética para producción de alimentos y hacer una breve comparación con la "manipulación" cultural e ideológica. Ambas son estrategias de colonización del ser humano y de los seres de la naturaleza en tanto las dos responden a la lógica de la homogeneización de la identidad. En tanto la homogeneización cultural responde a la imposición de la cultura occidental para romper con la diversidad de culturas y lograr una monocultura globalizada que permita una más fácil dominación cultural, la homogeneización de los alimentos (y de la biodiversidad) responde a la lógica del monocultivo que hace que un tipo o un número reducido de semillas implique la desaparición de la virtuosa variedad de semillas pre-existentes. Por ejemplo, tenemos que la diversidad agrícola genética de tipos de maíz, de papa y de otros vegetales está desapareciendo. Si bien antes cada población tenía una cultura específica y ciertas variedades de alimentos, las cuales eran intercambiadas con otras culturas que ofrecían otras diversidades y variedades de alimentos, ahora tanto la cultura como los alimentos son prácticamente homogéneos en el mundo entero. Así como la biodiversidad desaparece gracias a la incorporación de nuevas tecnologías abocadas a proveer a las elites sociales nuevos modelos de opresión y lucro, la especie humana pierde su diversidad de identidades. Y considerando que "uno es lo que come" la biotecnología utilizada para abrir mercado no es más que un mecanismo que da mayor viabilidad al proyecto colonizador de mono-cultura y mono-identidad.

Los transgénicos son parte fundamental de esta nueva etapa de dominación en el devenir histórico en la que la producción y distribución de la alimentación son ejes para dominar la identidad, a partir de la desbiologización de la tierra, de los alimentos y por consecuencia del ser humano. La depravación de los avances tecnológicos vertidos del marco recolonial del Neo-neoliberalismo expresado mañosamente en la industria biotecnológica sólo ha dado continuidad al intento inicial del capitalismo, a partir de la revolución verde, de erradicar la agricultura campesina basada en la autoproducción y en la diversidad de formas de producción, para implantarla por una sola lógica de producción basada en la concentración de los medios de producción (tierra, territorio, agua, maquinaria, insumos agrícolas, etc.) y distribución de alimentos. Actualmente y bajo esta lógica los proveedores de insumos agrícolas (plaguicidas fertilizantes y demás) están en contubernio con los creadores y distribuidores de semillas genéticamente modificadas que sirven, además, para alimentar a los animales de crianza, los que, vale la pena recalcar, ahora se crían en cubículos toda su vida, sin ningún tipo de cariño ni respeto a su identidad; ya ni siquiera se requiere ejercer la actividad del pastoreo, con lo que se completa la cadena de destrucción de la identidad del campesino.

De este modo y a paso seguro, se concentra en pocas manos el dominio de la totalidad de la cadena de producción alimentaria para decidir, en un futuro cercano, quién come y quién no. Incluye esta concentración a los mecanismos de investigación que se realizan muchas veces en las mismas empresas productoras o por instituciones contratadas por éstas. Cabe resaltar que en estos casos generalmente las investigaciones muestran inocuidad de los alimentos transgénicos y que algunos grupos independientes de investigadores, contradictoriamente, encuentran otra información asociada a efectos negativos en la salud[3].

Como resultado de este modelo colonizador de la biología, la mente y el sentimiento de todos los seres de la realidad, la crisis alimentaria que se está viviendo a nivel mundial ha adquirido una mesura nunca antes vista en la historia –nótese que el paradigma del desarrollo, a pesar de su promesa de brindar grandes beneficios a todo el mundo, ha ocasionado una crisis inconcebible–. Como lo dijo muy sabiamente el jefe Seattle, de la tribu Suwamish, al Presidente de EEUU, Franklin Pierce en 1854[4], la vorágine del ser humano occidental depara un futuro que contiene un destino infernal; " la vida ha terminado, ahora empieza la supervivencia" [5], dijo el jefe Seatlle hace tanto tiempo.

En el lapso de unas cuantas generaciones se está gestionando la total dependencia alimentaria de la población, en su totalidad, a pocas empresas que aglutinan casi toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta la ingestión de alimentos, rompiendo con todo el conocimiento de autoproducción, adaptación y sabiduría que la humanidad ha generado en miles de generaciones. Sin considerar la amalgama de consecuencias a la salud humana pública por la uniformización de los alimentos.

Finalmente, debemos decir que gran parte de los alimentos en nuestro país contienen aditivos de toda índole y son parte diaria de la dieta. La población ha aceptado (de alguna manera) este hecho y los transgénicos son un elemento más. Si bien existen movimientos de resistencia e individualidades que buscan alimentos lo más puros y sanos posibles, la mayor parte de la oferta está dada por la agroindustria y su filosofía extractiva basada en la búsqueda de la mayor producción posible para generar la mayor ganancia posible, a pesar de la erosión de la tierra, la deforestación y la contaminación.

Los transgénicos son una cara más de la filosofía de no unidad del ser humano con la naturaleza y la realidad que continúa expandiéndose a cada rincón del globo terrestre y que busca erradicar en su totalidad aquella otra filosofía de unidad que asume que el alimento es un ser vivo con el que el ser humano se relaciona en complementación y, al cual no se puede manipular inescrupulosamente, pues la unidad inquebrantable de ambos genera nada más que la automanipulación del ser humano mismo. La filosofía inherente a los transgénicos concibe a la naturaleza como un bien manipulable para satisfacer las necesidades de la acumulación de capital y, por ende, también concibe así al propio ser humano. La solución al hambre en el mundo pasa, precisamente, por un cambio rotundo de esta filosofía y paradigma tanto a nivel individual como colectivo.

Y volviendo a la pregunta con la que iniciamos el ensayo referida a la procedencia de los alimentos y al desconocimiento de las niñas y niños en la actualidad de la respuesta a la misma pues asumen que provienen de un supermercado o el refrigerador, debemos decir que es un ejemplo que expresa claramente el componente filosófico del que hemos venido hablando. Estos niños son hijos de la realidad, que vivimos cada vez con mayor intensidad, basada en la destrucción definitiva de la relación íntima y unificada del ser humano con el alimento a la hora de producirlo y consumirlo, y viven en un mundo en el que el ser humano y los alimentos se convierten cada vez más en extraños y ajenos mutuos. Ya no sabemos cómo se producen nuestros alimentos, ni quiénes lo hacen, ni con qué lo hacen. Es decir, no sabemos qué comemos y, en tanto uno es lo que come, entonces no sabemos qué somos. De este modo, rompemos en nuestro interior la posibilidad de autoreproducirnos como seres a través de nuestra alimentación y dejamos, totalmente, en manos de otros esta tarea. Lastimosamente estos otros no se mueven precisamente por una filosofía de unidad y complementación del ser humano con la alimentación, sino, más bien, por una filosofía de rompimiento de esta unidad para lucrar de ella.

No queda más que expresar lo sentido y actuar para frenar la introducción de otros productos transgénicos en el país, en tanto la soya transgénica es ya una realidad.
Pueblos en riesgo


Estudios argentinos muestran que hay mayor incidencia de cáncer y malformaciones congénitas en zonas en las que se usan pesticidas.
Por Andrea Gentil

Efectos directos. De acuerdo con los investigadores, los pesticidas están relacionados también con trastornos endócrinos y reproductivos.
San Nicolás, San Jorge, La Leonesa y Barrio Ituzaingó están lejos entre sí. En las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Chaco y Córdoba, más precisamente. Pero algo une a estas poblaciones, algo más fuerte que la simple ubicación en el mapa geográfico de la Argentina. “Son solo algunos de los lugares donde el aumento de casos de cáncer, malformaciones congénitas, trastornos endrócrinos y reproductivos se vienen sufriendo y detectando desde que las fumigaciones sistemáticas con agrotóxicos se volvieron algo cotidiano”.
La conclusión sale de la boca de los médicos e investigadores científicos que confeccionaron el informe del Primer Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados, que se reunió hace poco menos de un año en Córdoba, y que este año tuvo una continuación en Santa Fe. En estas reuniones, grupos de médicos de diversas especialidades presentaron sus trabajos de investigación, estadísticas y casos referentes a personas que enferman, o que nacen con malformaciones producto, advierten, de los efectos dañinos de pesticidas y agrotóxicos.
“Si bien las manifestaciones de intoxicación aguda son la demanda cotidiana de estos pacientes, lo que más alarma a los médicos de los pueblos fumigados son dos observaciones principales: una mayor cantidad de recién nacidos que presentan malformaciones congénitas y muchos más abortos espontáneos que los que habitualmente se producían en sus poblaciones de pacientes. En segundo lugar, una mayor detección de cánceres en niños y adultos, y enfermedades severas como hepatopatías tóxicas y trastornos neurológicos”, explica el informe.
Lo que sucede con estos médicos es que conocen íntimamente a las poblaciones en las que trabajan; atienden desde hace años a la misma gente y están encontrándose, aseguran, con que la incidencia de este tipo de trastornos es, desde hace unos años, inusualmente alta. Después de investigar y analizar no dudan, y las vinculan con las “fumigaciones sistemáticas con plaguicidas”.
Casos. El médico pediatra y neonatólogo Rodolfo Páramo, se encontró en la ciudad Malabrigo, en el norte de Santa Fe, con que en el año 2006 hubo 12 nacimientos con malformaciones sobre un total de 200. Y ese mismo año cuatro chicos murieron debido a malformaciones congénitas en Rosario del Tala, Entre Ríos. En ambas zonas, dicen los médicos, había habido fumigaciones masivas con agrotóxicos.
Un ejemplo más. Pueblos del centro de la provincia del Chaco (Napenay, Gancedo, Santa Silvina, Tres Isletas, Colonia Elisa y Avia Terai) han tenido en los últimos años mayor cantidad de personas con insuficiencia renal, malformaciones congénitas, cáncer en habitantes muy jóvenes, abortos espontáneos y dificultad para concebir.
¿Cuál es la explicación a esto? Equipos de salud de las zonas dicen haber comprobado que todo se debe al mayor nivel de contaminación química del ambiente que trajo consigo la industrialización de la agricultura. Los pequeños algodonales desaparecieron, junto con el bosque nativo, y fueron ampliamente reemplazados por grandes emprendimientos agrícolas de tipo industrial, con la soja a la cabeza. Un tipo de agricultura que va de la mano con el uso de grandes cantidades de agrotóxicos.
Andrés Oliva, andrólogo de la ciudad de Rosario, halló en cinco pueblos del sur de Santa Fe que quienes manipulan agroquímicos presentan 2,5 veces más incidencia de disfunción eréctil, además de un notable aumento en la cantidad de estrógenos en sangre. Los estrógenos son las hormonas características del sexo femenino, y eso es lo que detectaron las investigaciones: una extendida feminización latente.
“Lo que sucede con estos trabajos es que coinciden con lo que ya habíamos encontrado en la literatura científica de otras partes del mundo, como la India –resume Medardo Avila Vázquez, pediatra y neonatólogo, exsecretario de salud de la Municipalidad de Córdoba, y a la sazón al frente de la Red Universitaria de Ambiente y Salud–. La verdad es que la gente se dio cuenta antes de que todo esto estaba pasando; hace alrededor de 10 años que hay pobladores que denuncian esta situación. Los médicos empezaron después sus investigaciones, y la medicina basada en la evidencia nos está dando la razón. Ya hay dos facultades de Medicina, la de la Universidad de Córdoba y la de la Universidad de Rosario, que han hecho investigaciones y se encontraron con estos resultados”.
De vieja data. “La exposición crónica a los plaguicidas se encuentra asociada a daños en la salud que incluyen neurotoxicidad, efectos carcinogénicos e inmunológicos, alteraciones de la reproducción y el desarrollo. Estos hallazgos se encuentran descriptos en individuos que están expuestos frecuentemente a diferentes mezclas de pesticidas, ya sea simultáneamente o en serie, lo que hace difícil identificar los efectos de cada pesticida en forma individual”, explican María Fernanda Simoniello, Elisa Kleinsorge y Marta Carballo, bioquímicas que trabajan en universidades de Santa Fe y Buenos Aires. Después de estudiar los efectos de plaguicidas sobre trabajadores rurales, las investigadores comprobaron que quienes están tanto directa como indirectamente expuestos a esas sustancias tienen dañado su ADN. Es decir, su material genético básico.
En La Leonesa, Chaco, la situación alcanzó su punto culminante después de que se instalara una arrocera que usa fuertes cantidades de plaguicidas para su producción. Los vecinos organizaron reclamos cada vez más fuertes, hasta que se formó una comisión oficial que estudió los contaminantes del agua.
Los resultados de un primer informe muestran que hubo un importante aumento en la cantidad de malformaciones congénitas en recién nacidos, de acuerdo con los datos del Servicio de Neonatología del Hospital J. C. Perrando de Resistencia. Si en el año 1997 la incidencia de las malformaciones había sido de 19 por cada 10.000 nacidos vivos, en el 2008 esa cifra saltó a 85 por cada 10.000. Los científicos destacan que cuando se superponen los mapas que muestran, por un lado, los casos de malformaciones y cánceres y, por el otro, uno que grafica cuáles son las zonas en las que más cantidad de glifosato se usa, "se nota claramente que las áreas de mayor incidencia son, al mismo tiempo, zonas sojeras con una elevada utilización de glifosato y otros plaguicidas".
“En la provincia del Chaco se reconoce, ahora oficialmente, lo que los pobladores venían manifestando desde hace muchos años: que la actividad laboral con agroquímicos o la exposición habitacional por vecindad está relacionada con problemas reproductivos, abortos espontáneos repetidos y graves malformaciones congénitas”, puntualizan desde la Red Universitaria de Ambiente y Salud, que congrega a una cantidad de médicos e investigadores de pueblos fumigados.


En Misiones también hay casos. Hugo Gómez Demaio, cirujano pediátrico y jefe de pediatría del Hospital de Posadas, halló que en ese centro de salud hay 70 veces más casos de ciertos defectos congénitos (en el tubo neural) que en el resto de la provincia, según los datos del Centro Latinoamericano de Malformaciones Congénitas (CELAM). Cuando se investiga dónde viven los padres de esos bebés, salta a la vista que “todos provienen de zonas fuertemente fumigadas”.
Y algo similar ocurre con los cánceres infantiles. El equipo de Demaio, inclusive, encontró que los chiquitos menores de un año expuestos a agroquímicos presentan peores resultados en las evaluaciones diseñadas para medir el desarrollo neurocognitivo.
Otro trabajo presentado en los encuentros de Médicos de pueblos fumigados indica que los bebés nacidos con malformaciones congénitas en Córdoba aumentaron entre dos y tres veces de 1971 al 2005.
Según Gladis Trombotto, genetista del Hospital Universitario, Maternidad y Neonatología de la Universidad Nacional de Córdoba, la intensidad de las fumigaciones aumenta en coincidencia con la de las malformaciones. Y lo mismo sucedería en Chile, Paraguay, España, Colombia, Estados Unidos, México, Filipinas, Canadá, de acuerdo con la bibliografía científica de los últimos años.
Identikit. Los culpables de cánceres, abortos espontáneos, trastornos de la fertilidad, problemas a nivel respiratorio, endocrino, hematológico se suman a las malformaciones congénitas. Y todos ellos responden, dicen médicos e investigadores científicos, a una variedad de plaguicidas y sustancias agroquímicas. El glifosato es el más famoso, aunque no el único.
No selectivo y de amplio espectro, el glifosato es absorbido por las hojas y mata a las plantas. Pero esto no sucede si lo que el agricultor usa son semillas transgénicas, modificadas para resistir al glifosato sin sufrir daño. Es así como el glifosato es el principio activo del herbicida Roundup (el nombre comercial que le dio la empresa Monsanto), y hay maíz, soja, algodón, resistentes al glifosato. Es decir, que soportan ser rociados con el herbicida sin sufrir daño.
“El endosulfano y el clorpirifos son muy tóxicos. De hecho, hace un mes murió un chiquito por envenenamiento con endosulfano en una tomatera de Corrientes –puntualiza Avila Vázquez–. El glifosato es menos tóxico, pero el hecho es que de los 300 millones de hectáreas en las que se usan agroquímicos en la Argentina, 250 millones reciben glifosato. De manera que es la sustancia con mayor incidencia porque es la más usada”.
El año pasado, una investigación hecha en Sri Lanka (Asia) por el toxicólogo Andrew Dawson, estuvo basada en el seguimiento de diez mil personas que habían intentado suicidarse ingiriendo agrotóxicos. Y lo que hallaron es que la clasificación actual de los pesticidas, que se basa en los efectos que ellos provocan sobre ratas de laboratorio, no es totalmente válida entre los seres humanos. Porque entre las personas los efectos no siempre son coincidentes con los que se han llegado a registrar en experimentos con roedores.
La abamectina, que según los estudios de Dawson tiene una letalidad del 11%, está clasificada como no tóxica por la FDA (la agencia que regula los alimentos y medicamentos en los Estados Unidos y a la que todos los organismos similares del mundo miran). Es decir que, con los resultados obtenidos en esta investigación, debería ser considerada como una sustancia altamente peligrosa. Otro ejemplo es el clorpirifos, el veneno más usado para suicidarse según los registros de Dawson, y mata en el 7,6% de los casos. El dimetoato, que tiene una letalidad del 20,6%, fue sacado del mercado de Sri Lanka.
En los Estados Unidos, un estudio hecho por científicos entre campesinos, arrojó otro tipo de resultados: aquellos con mayor cantidad de días de exposición a los pesticidas agrícolas tienen un 50% más de chance de sufrir una depresión clínica que aquellos que pasan mucho menos tiempo en contacto con las sustancias. La posibilidad de ser diagnosticados como deprimidos aumenta al 80% cuando están expuestos a insecticidas del tipo organofosfatados (los más conocidos son el clorpirifos, el diazinón y el malatión). Con estos resultados, queda abierto el interrogante, advierten los científicos estadounidenses, de si los agroquímicos pueden provocar, también. enfermedades de tipo psiquiátrico.
Otro estudio, esta vez hecho por la Escuela de Salud Pública de Harvard, descubrió que hay un 70% más de peligro de desarrollar Mal de Parkinson entre quienes están expuestos, inclusive, a bajos niveles de pesticidas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de Medio ambiente de las Naciones Unidas estiman que cada año unos tres millones de campesinos de los países en desarrollo experimentan envenenamientos severos por el uso de pesticidas. Y que alrededor de 18.000 mueren.
“Lo que nosotros planteamos es que se prohíban las fumigaciones aéreas y que las terrestres se alejen de las zonas pobladas, tal y como sucede en la Unión Europea”, argumenta Medardo Avila Vázquez. Y enfatiza: “Los pesticidas son veneno, y como tales no deben usarse ni cerca ni mucho menos encima de la gente”.
Avila Váquez cree que se precisa cambiar algunos aspectos de la legislación. “Es cierto que hay reglamentaciones provinciales en cuanto a no fumigar, y medidas como requisamiento de los equipos y multas para quienes no cumplan con lo que está reglamentado. Pero se necesita –opina– una ley nacional que considere a la violación de esas reglamentaciones como un delito. De ese modo, además, sería más sencillo y menos burocrático el proceso de denunciar y penar a quienes infrinjan la ley”.

sábado, 2 de julio de 2011

COMO OPERA EL PODER FINANCIERO PARA CONTROLAR A LOS MOVIMIENTOS CIUDADANOS


Uno de nosotros ha dejado ya escrito (1) unos apuntes sobre este asunto. Es lo que hemos llamado un Plan B del capitalismo, que va a por la conquista del alma de las gentes y a controlar las resistencias sociales. Se puede resumir diciendo que es “la suma de maniobras destinadas a ganar consenso, legalizar estas formas de enriquecerse, lograr obediencia y/o complicidad, publicitar sus objetivos como si fueran idénticos a los de la sociedad y desacreditar las alternativas como si fueran 'ataques'” (2). En una palabra, buscar legitimidad.
“Sin lugar a dudas que estos planes B empresariales, abonados por técnicos, intelectuales y ciertas ONGs (algunos a sueldo y otros sólo por vocación) son el mayor desafío a vencer por parte de la resistencia civil, dado que 'de noche todos los gatos son pardos'” (3).
Para eso financian y se alían a los movimientos sociales, incluso los sedicentes anticapitalistas, para que legitimen desde dentro el sistema empresarial realmente existente. Como dice Michel Chossudvsky “la compleja red de ONGs –incluidos segmentos de medios alternativos- son utilizadas por la élites corporativas para moldear y manipular el movimiento de protesta (…) el propósito no es reprimir la disidencia, sino, por el contrario, dar forma y moldear el movimiento de resistencia, para establecer los límites de la disidencia” (4).
Éste es el caso de las entidades Avina y Ashoka, que en los diez años que llevan operando en España han logrado introducirse, de una u otra forma, en más de diez organizaciones que pueden considerarse alternativas. En unos casos cooptando líderes o emprendedores relevantes, en otros aportando financiación y asesoramiento. Son entidades de prestigio que cubren los sectores del agua (Fundación Nueva Cultura del Agua), el medioambiente (SEO), la paz (Greenpeace), el mundo rural (Plataforma Rural), las universidades paralelas (Universidad Rural Paulo Freire), los sistemas financieros éticos (Fiares), las semillas (Cifaes), el mar (Océana), etc.; siempre se trata de relaciones con líderes reconocidos. Este fenómeno ha prosperado tanto en nuestro país que, en otro lugar, hemos calificado esta intrusión, que “se ha ido produciendo casi sin darnos cuenta”, como la metáfora del queso de Gruyère.
Pero el caso que ahora está mas en el candelero es el del nuevo partido político llamado EQUO, que ha anunciado su transición de la fase fundación (se legalizó como tal apenas hace unos meses, el 17 de febrero) a la de partido político, el pasado 4 de junio, en una reunión preconstituyente integrada por “30 organizaciones políticas verdes y progresistas”, como anuncian en su página web, como si de una nueva Izquierda Unida se tratara.
Aquí también, en el caso de EQUO, la metáfora del queso de Gruyère ha funcionado. Concretamente en su Consejo Asesor, máximo sanedrín de la aún fundación y escaparate propiamente dicho, mientras tanto, de la misma, ha incluido entre sus filas a, por lo menos, tres relevante socios-líderes de la Fundación Avina Pedro Arrojo, Sandra Benveniste y Victor Viñuales. El primero, ex presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, que ha ido paseando de la mano de Avina, por todo Latinoamérica (por tanto también promocionando la empresa Amanco de la misma), el sello “nueva cultura del agua”; la segunda que ha sido la representante en Barcelona de la fundación Avina durante unos años y directora de proyectos de la Fundación Ecología y Desarrollo, entidad de la que es Director el tercero de los integrantes de Equo, Victor Viñuales, socio-líder de Avina desde 1999; ambas fundaciones con proyectos comunes de agua en Latinoamérica. Curiosamente en la actualidad el blog de Viñuales oculta su pertenencia a Avina. No oculta su condición de miembro del consejo asesor de Zara-Inditex ni del de Greenpeace. Estos tres destacados socios –líderes de Avina organizaron el pabellón de la Expo de Zara Goza denominado El Faro, del cual ha resultado la exposición “aguas, ríos y pueblos” que Arrojo pasea por medio mundo.
¿Qué pasa con Avina?
Sencillamente, que su fundador, financiador e inspirador es Stephan Schmidheiny, magnate suizo enriquecido con el negocio del amianto en el mundo. Su inmensa fortuna sólo se explica porque su familia primero, desde 1925, y después él mismo, sin el menor escrúpulo, cosecharon dinero a espuertas, a costa de la salud y la vida de cientos de miles de personas. Así como suena. Por eso muchas de las víctimas del supuesto filántropo claman justicia y piden un Tribunal Penal Internacional contra el magnate, por presuntos crímenes contra la humanidad o de genocidio.
Como uno de nosotros ha explicado en sendos artículos (5), no sólo se trata de este origen sino que, además, pretenden (consiguiéndolo como hemos visto) penetrar los movimientos sociales de resistencia y hacerlos lo más mansos posible, o en todo caso controlar la disidencia al capitalismo como sistema.
Como muestra un botón
Sin ir más lejos, en la pasada reunión de Cancún sobre cambio climático, el prestigioso Grupo de Reflexión Rural (GRR) argentino ha detectado la infiltración de Avina en los distintos movimientos alternativos que ha acudido a la contracumbre y denuncian que: “Las grandes Corporaciones y las fundaciones que las acompañan, han estado trabajando sigilosamente para escurrirse entre los espacios alternativos”. Y, cómo no, Avina hace acto de presencia. Continúan diciendo: “La Fundación Avina, del millonario suizo Stephan Schmidheiny, de larga y siniestra trayectoria en nuestra América Mestiza, por comprar voluntades detrás de proyectos supuestamente beneficiosos para nuestros pueblos y comunidades, ofreció una dádiva económica para la organización de Klimaforum 10. La presencia del Grupo de Reflexión Rural en Cancún, sirvió para alertar sobre esta Fundación y así desenmascarar sus intentos de cooptar estos espacios, siendo que luego el Klimaforum decidió rechazar los fondos que intentaba aportar Avina”. Y concluyen diciendo: “Fundaciones como Avina y Ashoka son el enemigo de la Tierra Madre y de las poblaciones oprimidas”.
Mal empezamos, cargándonos de presuntas personalidades que han de dar fiabilidad y buen nombre a una entidad con pretensiones de ser escuchada, sin entre sus notables asesores y figuras aparecen estas “amistades peligrosas” con las fundaciones del gran capital.
Y no olvidemos que Avina (fundada por Stephan Schmihheiny) no podrá desprenderse del mortal polvo del amianto, con el que ha amasado su fortuna y de cuyos delitos apenas si ha pagado por ellos, en justa compensación a cómo los trabajadores ignorantes de lo que hacían, llevaban a sus casas las ropas contaminadas siendo dramáticamente ellos la causa de miles de muertos entre sus mujeres e hijos, durante decenas de años.
En conclusión, la sociedad civil debe estar atenta a los sutiles sistemas de desactivación del movimiento ciudadano, tanto en su forma presencial como cibersocial, que pone en marcha el capitalismo internacional a través del apoyo económico desde entidades supuestamente benefactoras. Admitiendo como legítima la voluntad de grupos sociales de entrar en la arena política, en contraste con la frescura de la política de calle de fenómenos sociales como el movimiento del 15 M, advertimos sobre el enorme coste que esto supone por su sangría sobre el movimiento ciudadano, fuerza social imprescindible para mantener la salud de la democracia real. Un coste desproporcionado para las posibilidades reales de modificar la realidad desde un sistema del que se conoce su enorme debilidad frente al sistema económico, vinculado al capitalismo internacional. En estas decisiones nos jugamos no sólo una nueva vuelta de tuerca del capitalismo sino un asunto de justicia y dignidad.
Estemos atentos. www.ecoportal.net
Rafael Yus y Paco Puche - Junio, 2011