En respuesta a los folletos que entrega un grupo de personas ajenas a la lucha de Gualeguaychú, se me ocurrio que los mismos deberían completarse con la siguiente información, punto a punto:

BOTNIA (HOY UPM Y FINLANDIA), La inacción e inoperancia de los gobernantes produjeron las siguientes consecuencias:



- Afectó las relaciones familiares y de vecindad, empujando a los vecinos de Gualeguaychú a tomar una medida extrema, acorde al hecho consumado de instalación inconsulta de un emprendimiento altamente contaminante que atenta contra la vida de toda la región, y el desarrollo sustentable de ambas ciudades, frente a lo cual el pueblo uruguayo es sumiso. Con lo cual, Gualeguaychù pelea en realidad por ella y por sus vecinos (hoy en conflicto, ciegos, y callados).

- La Corte de la Haya es el camino obligado al que debió recurrir el gobierno argentino DOS AÑOS ANTES, para asegurar que el conflicto fuera resuelto “antes” de la puesta en marcha de la planta. Como consecuencia de la presión social, el gobierno cumplió su obligación jurídica según lo consigna el Estatuto del Río Uruguay. El corte de la ruta 136 es una acción de hecho que lleva adelante el pueblo, que nada tiene que ver con la estrategia del gobierno, y que no afecta la presentación jurídica, simplemente porque el pueblo de Gualeguaychú no es parte querellante (no está en juicio el ciudadano común, sino los Estados, por la Violación del Estatuto del Rio Uruguay).

- La construcción y funcionamiento de Botnia se consideraron un hecho consumado, que la R.O.U. impuso a uruguayos y argentinos por igual. La comunidad de Gualeguaychú, reunida en asamblea, peticionó de manera reiterada al Gobierno Nacional medidas políticas que podrían haber impedido que la pastera se abasteciera de insumos y materiales de nuestro país. El corte de la ruta 136 fue y es la única medida que se sostiene en la actualidad para encarecer el abastecimiento de la misma, y evitar que químicos peligrosos transiten por nuestro suelo, sumando un nuevo riesgo a la seguridad de toda la población.

- La pérdida de fuentes de trabajo es una consecuencia directa de la instalación de esta fábrica (que produce y contamina a gran escala) en zonas dedicadas especialmente al turismo. Si bien la mayoría de las pérdidas económicas se irán produciendo gradualmente y a futuro, es imposible un desarrollo turístico compatible con pasteras y contaminación. El corte de la ruta 136 se realiza a pesar de las pérdidas económicas que han sufrido y sufren también quienes lo mantienen, en la seguridad que de perseverar en la medida será salvada la economía de toda la región. Las consecuencias de la instalación de Botnia son mucho más graves que las económicas, y la comunidad ya las está sufriendo.

- El corte es una fuente de concientización permanente, tanto para la cuenca del Uruguay, como para el país y el mundo, ya que semanalmente llegan al mismo ciudadanos que son instruidos acerca de los motivos de la lucha y el cuidado del medio ambiente. Asimismo, la actividad de la Asamblea de Gualeguaychú ha sido incesante en tareas de concientización, en todos los ámbitos, con reuniones, folletería y charlas en el país. La tarea de concientización con la R.O.U. consistió en innumerables reuniones, a la vez que se mantiene el contacto permanente con los ambientalistas uruguayos. El paso por el corte de la ruta 136 es accesible para personas a pie, y la libertad de expresión solo se ve obstaculizada por el gobierno uruguayo que impide actualmente las reuniones con la implementación de una ley que prohíbe las reuniones de asambleístas con ciudadanos uruguayos en el vecino país.

- El hecho de que nuestro país sea jurídicamente no confiable, es una de las razones que posiblemente más pueda explicar el porque el pueblo confíe mas en medidas de fuerza antes que en la vía jurídica. El corte de la ruta 136 es la consecuencia que denuncia constantemente que la salud y seguridad de la población no son prioridades de los gobernantes. Sin embargo, la salud no se negocia, y Gualeguaychú ha demostrado que no se resignará jamás.

- El conflicto real existe, y es evidente sobre todo, porque una ruta de acceso a un puente internacional, permanece cortada en protesta por la instalación de una fábrica contaminante e ilegal. Pretender que los medios que ignoraron las marchas multitudinarias al Puente Gral. San Martín, mantengan la misma atención que en sus comienzos, a un corte que ya lleva tres años, carece de sentido, y excluye del análisis factores como que la libertad de prensa en nuestro país es altamente criticable, o que la mayoría de las actividades de Gualeguaychú por medio de la Asamblea han sido sistemáticamente censuradas. Por último, ¿no es evidente lo funcional a los intereses de las grandes empresas celulósicas la poca difusión de la medida más fuerte contra Botnia-UPM y Finlandia?

Termino con las palabras de un grande de la historia: “Cuando la Patria está en peligro, todo está permitido, menos no defenderla”-

Maria Alejandra Crimella

D.N.I. 24.596.052

Asambleísta de Gualeguaychú