Día Mundial de la Alimentación y la Soberanía Alimentaria.
Tenemos derecho a comer: sin maíz no hay país
13-10-09
En el marco del Día Mundial de la Alimentación y la Soberanía Alimentaria que se celebrará el próximo 16 de octubre, las organizaciones participantes en la "Campaña Nacional Sin maíz No Hay País" urgieron al gobierno Federal y al Congreso de la Unión a declarar la moratoria en la siembra de maíz transgénico, garantizar el derecho constitucional a la alimentación, evitar la producción de combustibles con alimentos y desatar, sin demora, la capacidad productiva del campo mexicano a fin de garantizar alimentos sanos y suficientes para todos los mexicanos.
"Tenemos derecho a comer. Es URGENTE actuar ahora, antes de que el hambre destruya aún más el frágil tejido social de la Nación. La verdadera independencia y soberanía residen en la capacidad de producir los alimentos que necesita el país." afirmó la Víctor Suárez, integrante de la Coordinación de la "Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País".
México se encuentra ante una emergencia alimentaria, económica y ambiental. Es un país caracterizado por la malnutrición de su población, el estancamiento en la producción de alimentos, la emigración campesina, la pobreza rural, la escalada en los precios de la canasta alimentaria, la oligopolización del sector agroalimentario, el deterioro de los recursos naturales y una creciente dependencia alimentaria. De hecho, nuestro país vive hoy una situación de inseguridad y vulnerabilidad alimentaria sin precedentes en los últimos 70 años, que amenaza incluso la estabilidad económica, la gobernabilidad democrática y nuestra soberanía nacional.
El gobierno federal es incapaz de garantizar el elemental derecho a la alimentación de toda la población; no ha cumplido los compromisos asumidos en la Cumbre Mundial de la Alimentación y con las Metas del Milenio en el sentido de reducir en 50% el número de personas con hambre para el año 2015. Por sus omisiones, errores y políticas públicas fallidas, parece que el gobierno mexicano se está esforzando en incrementar el hambre en 50% para el 2015.
El 20 por ciento de la población del país padece hambre, desnutrición crónica o en la terminología oficial: "pobreza alimentaria". Esto significa que 20 millones de mexicanos y mexicanas no tienen acceso a una alimentación suficiente, nutritiva y culturalmente apropiada. Este promedio nacional se eleva al doble en las zonas rurales y hasta el 60 por ciento entre la población indígena.
En contraste, un tercio de la población se encuentra mal nutrida por la ingesta de alimentos chatarra y refrescos. Más de 30 millones de mexicanos padecen obesidad y sobrepeso que provocan enfermedades como la diabetes, cardiopatías y enfermedades crónico-degenerativas. Frente a estos graves desafíos que enfrenta la Nación, urgimos al Ejecutivo y a las Cámaras a actuar INMEDIATAMENTE para realizar las siguientes tareas URGENTES que requiere el país:
1) Consolidar un modelo alternativo que vele por la soberanía alimentaria, que cuente con políticas públicas de desarrollo rural sustentable para todo el campesinado del país.
2) Rechazar la liberación de maíz transgénico, que pone en riesgo las 59 razas y por lo menos 200 variedades de maíz nativo existentes en México. No es posible que se permitan más casos de contaminación en el centro de origen y diversidad del maíz, como los ya registrados en Tamaulipas, Sinaloa, Puebla, Chihuahua y las delegaciones Magdalena Contreras y Milpa Alta, en el Distrito Federal. Es imperativo rechazar las solicitudes para sembrar organismos genéticamente modificados, pues son riesgosos para la diversidad del campo mexicano, y para la salud. Las autoridades no deben ceder a las presiones de empresas transnacionales como Monsanto y pasar por encima de las recomendaciones internacionales y de científicos mexicanos de restablecer la moratoria total a la siembra de maíz transgénico en el país.
3) Renegociar el TLCAN en su conjunto y, en particular, cancelar su capítulo agropecuario.
4) Prohibir el uso de alimentos y tierras agrícolas para producir agrocombustibles. Está demostrado su impacto sobre los precios de los alimentos, además de su saldo negativo en términos ambientales.
5) Elevar a rango constitucional el Derecho a la Alimentación; para garantizar el abasto de alimentos de buena calidad en todo el país, rechazando los monopolios alimentarios y la publicidad engañosa en alimentos y bebidas.
6) Impulsar la agricultura campesina sustentable y las técnicas de producción agroecológicas, reconociendo las aportaciones económicas, sociales, ambientales y culturales de nuestros pueblos indígenas y campesinos.
7) Aprobar por el Senado de la República con carácter urgente la Minuta de Ley de Planeación para la Soberanía y la Seguridad Agroalimentaria y Nutricional. Las organizaciones de la sociedad civil no nos cruzaremos de brazos ante la emergencia. Convocamos a la población a celebrar Una semana por el derecho a comer del 12 al 16 de octubre con actividades y acciones en defensa de nuestro derecho a la Alimentación y a la Soberanía Alimentaria. Invitamos al pueblo de México a conjuntar esfuerzos para defender lo que nuestros pueblos han creado, reproducido y defendido por siglos.
"Tenemos derecho a comer. Es URGENTE actuar ahora, antes de que el hambre destruya aún más el frágil tejido social de la Nación. La verdadera independencia y soberanía residen en la capacidad de producir los alimentos que necesita el país." afirmó la Víctor Suárez, integrante de la Coordinación de la "Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País".
México se encuentra ante una emergencia alimentaria, económica y ambiental. Es un país caracterizado por la malnutrición de su población, el estancamiento en la producción de alimentos, la emigración campesina, la pobreza rural, la escalada en los precios de la canasta alimentaria, la oligopolización del sector agroalimentario, el deterioro de los recursos naturales y una creciente dependencia alimentaria. De hecho, nuestro país vive hoy una situación de inseguridad y vulnerabilidad alimentaria sin precedentes en los últimos 70 años, que amenaza incluso la estabilidad económica, la gobernabilidad democrática y nuestra soberanía nacional.
El gobierno federal es incapaz de garantizar el elemental derecho a la alimentación de toda la población; no ha cumplido los compromisos asumidos en la Cumbre Mundial de la Alimentación y con las Metas del Milenio en el sentido de reducir en 50% el número de personas con hambre para el año 2015. Por sus omisiones, errores y políticas públicas fallidas, parece que el gobierno mexicano se está esforzando en incrementar el hambre en 50% para el 2015.
El 20 por ciento de la población del país padece hambre, desnutrición crónica o en la terminología oficial: "pobreza alimentaria". Esto significa que 20 millones de mexicanos y mexicanas no tienen acceso a una alimentación suficiente, nutritiva y culturalmente apropiada. Este promedio nacional se eleva al doble en las zonas rurales y hasta el 60 por ciento entre la población indígena.
En contraste, un tercio de la población se encuentra mal nutrida por la ingesta de alimentos chatarra y refrescos. Más de 30 millones de mexicanos padecen obesidad y sobrepeso que provocan enfermedades como la diabetes, cardiopatías y enfermedades crónico-degenerativas. Frente a estos graves desafíos que enfrenta la Nación, urgimos al Ejecutivo y a las Cámaras a actuar INMEDIATAMENTE para realizar las siguientes tareas URGENTES que requiere el país:
1) Consolidar un modelo alternativo que vele por la soberanía alimentaria, que cuente con políticas públicas de desarrollo rural sustentable para todo el campesinado del país.
2) Rechazar la liberación de maíz transgénico, que pone en riesgo las 59 razas y por lo menos 200 variedades de maíz nativo existentes en México. No es posible que se permitan más casos de contaminación en el centro de origen y diversidad del maíz, como los ya registrados en Tamaulipas, Sinaloa, Puebla, Chihuahua y las delegaciones Magdalena Contreras y Milpa Alta, en el Distrito Federal. Es imperativo rechazar las solicitudes para sembrar organismos genéticamente modificados, pues son riesgosos para la diversidad del campo mexicano, y para la salud. Las autoridades no deben ceder a las presiones de empresas transnacionales como Monsanto y pasar por encima de las recomendaciones internacionales y de científicos mexicanos de restablecer la moratoria total a la siembra de maíz transgénico en el país.
3) Renegociar el TLCAN en su conjunto y, en particular, cancelar su capítulo agropecuario.
4) Prohibir el uso de alimentos y tierras agrícolas para producir agrocombustibles. Está demostrado su impacto sobre los precios de los alimentos, además de su saldo negativo en términos ambientales.
5) Elevar a rango constitucional el Derecho a la Alimentación; para garantizar el abasto de alimentos de buena calidad en todo el país, rechazando los monopolios alimentarios y la publicidad engañosa en alimentos y bebidas.
6) Impulsar la agricultura campesina sustentable y las técnicas de producción agroecológicas, reconociendo las aportaciones económicas, sociales, ambientales y culturales de nuestros pueblos indígenas y campesinos.
7) Aprobar por el Senado de la República con carácter urgente la Minuta de Ley de Planeación para la Soberanía y la Seguridad Agroalimentaria y Nutricional. Las organizaciones de la sociedad civil no nos cruzaremos de brazos ante la emergencia. Convocamos a la población a celebrar Una semana por el derecho a comer del 12 al 16 de octubre con actividades y acciones en defensa de nuestro derecho a la Alimentación y a la Soberanía Alimentaria. Invitamos al pueblo de México a conjuntar esfuerzos para defender lo que nuestros pueblos han creado, reproducido y defendido por siglos.
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