MARCHÓ AL CIELO, LA PACHA
Dicen los que tienen la oportunidad de ver, lo que muchos no podemos, que se reía a carcajadas a la madrugada muy temprano en Arroyo Verde, revoleando la bandera, emponchada y pegando con el bastón en el esfalto, mientras hablaba bien fuerte (como siempre) con Dios, y le decía mirándolo a los ojos "Yo de acá no me muevo"
Dicen los que tienen la oportunidad de ver esas cosas, que Dios sonreía con la paciencia de siempre mientras la esperaba que terminara su recorrido por la trinchera.
Dicen también, que no levantó la barrera que corta la ruta para pasar, que se inclinó suavemente, con respeto y comenzó a caminar muy despacio hacia el puente.
Comentan por último que habiendo llegado a la parte más alta, justo en medio del río, se dió vuelta y se regaló una última mirada de protesta. Entonces sí, no queriendo abusar de la paciencia de quién la esperaba, levantó la bandera, acomodó su poncho y golpeando el suelo tres veces con su bastón, se perdió en las estrellas.
A la compañera, con profundo cariño y respeto.
Poli Echevarría
No hay comentarios. :
Publicar un comentario