MEDIO AMBIENTE
Uruguay hace sus deberes
El director nacional de Cambio Climático, Luis Santos, explicó a Observa los entretelones de las negociaciones internacionales que vienen desarrollándose para afrontar el Cambio Climático
Por Yelly Barrios, de la redacción de Observa
Un minucioso proceso de negociaciones se está realizando este 2009 al más alto nivel, de cara a la reunión que los líderes internacionales mantendrán en diciembre en Copenhague (COP15). Allí, en el marco de Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se definirá un nuevo protocolo internacional, que sustituirá en 2012 al firmado en Kyoto, Japón, en 1997. Esa instancia es un delicado juego de ajedrez en el que las naciones líderes intentan acordar cómo revertir el efecto del Cambio Climático. En esa partida, que tiene muchas piezas, Uruguay se mueve con buena puntuación, porque cumple a cabalidad con sus obligaciones medioambientales, según dijo a Observa el director nacional de Cambio Climático, Luis Santos.
Actualmente, Uruguay trabaja en la elaboración de la tercera Comunicación Nacional donde se da cuenta ante la CMNUCC del proceso que registra el país en lo que refiere a la contribución para revertir los efectos del Cambio Climático. En esa suerte de inventario -obligatorio para todos los países que ratificaron el Protocolo de Kyoto- se valoran aspectos relacionados con la mitigación de la emisión de los gases de efecto invernadero y la adaptación del país a ese proceso.
En este sentido es que el país sostiene un proceso satisfactorio, indicó Santos, quien desde hace más de una década ocupa el cargo en la Unidad de Cambio Climático del Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA). Uno de los aspectos más destacables en Uruguay son los proyectos de mitigación que se emplean en Maldonado (Biogás a partir de relleno sanitario de los residuos de la Cárcel de Las Rosas), en Lavalleja (Planta de Cemento Pórtland que genera el combustible que utiliza quemando cáscara de arroz), en Río Negro (Botnia, que en su proceso de producción emite un licor negro que es un residuo que genera energía) y otros emprendimientos privados ubicados en varias zonas del país. Los proyectos de Maldonado y Río Negro, por ejemplo, venden la energía que generan a UTE.
En la Segunda Comunicación Nacional -informe de 231 páginas publicado en mayo de 2004- el país ya dio cuenta de los gases de efecto invernadero que emite Uruguay, informó las características del clima, el suelo, de la sociedad y políticas que impulsa el Estado tendientes a contrarrestar los efectos del Cambio Climático. También se detallaron las tecnologías en uso (ver gráficas adjunta de la Unidad de Cambio Climático) y los obstáculos que deben enfrentar para continuar el proceso.
A propósito de estos obstáculos, el documento indica que uno de los más importantes “es la existencia de otras urgencias propias de un país en desarrollo, que ocupan la atención inmediata y permanente de los tomadores de decisión, y que hace más lento el proceso del país en relación a la transferencia de tecnología para el cambio climático”. Otra deficiencia mencionada es la referida a la “carencia de un marco jurídico-legal para la implementación de ciertos incentivos que permitirían estimular el desarrollo y transferencia de tecnología”.
AGENDA CARGADA
Las negociaciones hacia la COP 15 transcurren sigilosamente como una corriente subterránea que tiene en vilo a gobiernos, ONGs y promotores individuales de acciones para el Cambio Climático. Algunos cambios abruptos de los últimos meses, como el viraje de las políticas medioambientales de Estados Unidos -que no es parte del Protocolo de Kyoto- es algo altamente positivo para los negociadores. El propio secretario de la convención de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, Yvo de Boer, no ocultó su felicidad por la nueva impronta dada al medio ambiente por el presidente estadounidense, Barack Obama.
Actualmente Estados Unidos está dispuesto a asumir compromisos tendientes a revertir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero pide compromisos de países en vías de desarrollo, como China e India, que actualmente son grandes emisores.
De aquí a diciembre habrá al menos una reunión mensual más para continuar negociando el documento final que se discutirá en la COP 15, de las que participará Uruguay. Los puntos esenciales que se pretenderá acordar refieren a la concreción sobre cuánto están dispuestos los países industrializados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero; cuánto harán en ese acuerdo los principales países en desarrollo -como China e India- para limitar el crecimiento de sus emisiones; cuál es la ayuda económica que necesitan los países en desarrollo para aplicar tecnologías tendientes a la mitigación de emisiones, cuánto dinero se suministrará y cómo va a ser administrado.
Por Yelly Barrios, de la redacción de Observa
Un minucioso proceso de negociaciones se está realizando este 2009 al más alto nivel, de cara a la reunión que los líderes internacionales mantendrán en diciembre en Copenhague (COP15). Allí, en el marco de Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se definirá un nuevo protocolo internacional, que sustituirá en 2012 al firmado en Kyoto, Japón, en 1997. Esa instancia es un delicado juego de ajedrez en el que las naciones líderes intentan acordar cómo revertir el efecto del Cambio Climático. En esa partida, que tiene muchas piezas, Uruguay se mueve con buena puntuación, porque cumple a cabalidad con sus obligaciones medioambientales, según dijo a Observa el director nacional de Cambio Climático, Luis Santos.
Actualmente, Uruguay trabaja en la elaboración de la tercera Comunicación Nacional donde se da cuenta ante la CMNUCC del proceso que registra el país en lo que refiere a la contribución para revertir los efectos del Cambio Climático. En esa suerte de inventario -obligatorio para todos los países que ratificaron el Protocolo de Kyoto- se valoran aspectos relacionados con la mitigación de la emisión de los gases de efecto invernadero y la adaptación del país a ese proceso.
En este sentido es que el país sostiene un proceso satisfactorio, indicó Santos, quien desde hace más de una década ocupa el cargo en la Unidad de Cambio Climático del Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA). Uno de los aspectos más destacables en Uruguay son los proyectos de mitigación que se emplean en Maldonado (Biogás a partir de relleno sanitario de los residuos de la Cárcel de Las Rosas), en Lavalleja (Planta de Cemento Pórtland que genera el combustible que utiliza quemando cáscara de arroz), en Río Negro (Botnia, que en su proceso de producción emite un licor negro que es un residuo que genera energía) y otros emprendimientos privados ubicados en varias zonas del país. Los proyectos de Maldonado y Río Negro, por ejemplo, venden la energía que generan a UTE.
En la Segunda Comunicación Nacional -informe de 231 páginas publicado en mayo de 2004- el país ya dio cuenta de los gases de efecto invernadero que emite Uruguay, informó las características del clima, el suelo, de la sociedad y políticas que impulsa el Estado tendientes a contrarrestar los efectos del Cambio Climático. También se detallaron las tecnologías en uso (ver gráficas adjunta de la Unidad de Cambio Climático) y los obstáculos que deben enfrentar para continuar el proceso.
A propósito de estos obstáculos, el documento indica que uno de los más importantes “es la existencia de otras urgencias propias de un país en desarrollo, que ocupan la atención inmediata y permanente de los tomadores de decisión, y que hace más lento el proceso del país en relación a la transferencia de tecnología para el cambio climático”. Otra deficiencia mencionada es la referida a la “carencia de un marco jurídico-legal para la implementación de ciertos incentivos que permitirían estimular el desarrollo y transferencia de tecnología”.
AGENDA CARGADA
Las negociaciones hacia la COP 15 transcurren sigilosamente como una corriente subterránea que tiene en vilo a gobiernos, ONGs y promotores individuales de acciones para el Cambio Climático. Algunos cambios abruptos de los últimos meses, como el viraje de las políticas medioambientales de Estados Unidos -que no es parte del Protocolo de Kyoto- es algo altamente positivo para los negociadores. El propio secretario de la convención de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, Yvo de Boer, no ocultó su felicidad por la nueva impronta dada al medio ambiente por el presidente estadounidense, Barack Obama.
Actualmente Estados Unidos está dispuesto a asumir compromisos tendientes a revertir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero pide compromisos de países en vías de desarrollo, como China e India, que actualmente son grandes emisores.
De aquí a diciembre habrá al menos una reunión mensual más para continuar negociando el documento final que se discutirá en la COP 15, de las que participará Uruguay. Los puntos esenciales que se pretenderá acordar refieren a la concreción sobre cuánto están dispuestos los países industrializados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero; cuánto harán en ese acuerdo los principales países en desarrollo -como China e India- para limitar el crecimiento de sus emisiones; cuál es la ayuda económica que necesitan los países en desarrollo para aplicar tecnologías tendientes a la mitigación de emisiones, cuánto dinero se suministrará y cómo va a ser administrado.
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